La Maestranza en línea clara

La plaza de toros de la Maestranza es centro de un libro de ilustraciones con todos los usos y costumbres que la rodean. No hay palabras. La Maestranza, toros en Sevilla, que acaba de publicar Tres Editores, se basta con las ilustraciones de Arturo Redondo para contar una historia en torno a la mítica plaza. El libro forma parte de una colección, que incluye otros volúmenes de ilustraciones dedicados a tres enclaves esenciales de Madrid: la plaza de la Cibeles, el Rastro y la Gran Vía, dibujados por Juan Barrio, Alfredo y Miguel Navia, respectivamente.

"Sevilla es mi ciudad; Cádi...

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La plaza de toros de la Maestranza es centro de un libro de ilustraciones con todos los usos y costumbres que la rodean. No hay palabras. La Maestranza, toros en Sevilla, que acaba de publicar Tres Editores, se basta con las ilustraciones de Arturo Redondo para contar una historia en torno a la mítica plaza. El libro forma parte de una colección, que incluye otros volúmenes de ilustraciones dedicados a tres enclaves esenciales de Madrid: la plaza de la Cibeles, el Rastro y la Gran Vía, dibujados por Juan Barrio, Alfredo y Miguel Navia, respectivamente.

"Sevilla es mi ciudad; Cádiz es mi cuna. Soy de Cádiz y vine con 18 años a Sevilla, donde vivo. Se ha seleccionado la Maestranza, la plaza que más representa la vida de Sevilla. La Maestranza es el frasquito que guarda las esencias de Sevilla. Es como un tarrito donde está el perfume concentrado de lo que es la ciudad", explica Redondo. "Mi idea era pintar tanto un paisaje arquitectónico como costumbrista y sociológico. Esa ha sido la parte más divertida: el tema de los personajes y de fabricar el entorno de la plaza. La arquitectura es una excusa para contar historias en torno a Sevilla y sobre sus tipos e idiosincrasia", agrega el ilustrador.

Mauricio d'Ors, editor de la colección, recalca que "el ilustrador es el único autor con todas las de la ley" en esta iniciativa. "Siempre hay como una pequeña anécdota que justifica el recorrido o la secuencia del libro. Por ejemplo, con la Maestranza, la idea es enseñar un edificio emblemático y singular a través de una tarde de toros", señala.

Todos los libros de la colección están planteados en dos colores. El de la Maestranza está hecho en amarillo albero y negro", asevera el editor. "Los libros sin palabras también se leen. La ilustración es una forma de narrar. Al no tener palabras y al no tener una secuencia obligada, el lector puede ir desde delante hacia atrás. Permite descubrir y redescubrir", concluye D'Ors.

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