Crítica:MÚSICA | DISCOS

Sean Rowe

Tremendo barítono el de Rowe: acongoja primero y termina enseguida por confortar. Este es el segundo álbum del cantautor neoyorquino, tras publicar 27 hace ocho años, y el primero de real calado, gracias a su fichaje por el sello que acoge, entre otros, a Tom Waits. Rowe alterna una instrumentación mínima (guitarra acústica y poco más) con cortes de apoyo concienzudo para su voz (cuerdas, piano, contrapunto vocal femenino). Las letras, como él admite, tienen más que ver con la emoción y la imaginería que con el relato de historias, y se dejan empapar de un amor por la naturaleza fruto d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tremendo barítono el de Rowe: acongoja primero y termina enseguida por confortar. Este es el segundo álbum del cantautor neoyorquino, tras publicar 27 hace ocho años, y el primero de real calado, gracias a su fichaje por el sello que acoge, entre otros, a Tom Waits. Rowe alterna una instrumentación mínima (guitarra acústica y poco más) con cortes de apoyo concienzudo para su voz (cuerdas, piano, contrapunto vocal femenino). Las letras, como él admite, tienen más que ver con la emoción y la imaginería que con el relato de historias, y se dejan empapar de un amor por la naturaleza fruto de su vinculación con las montañas septentrionales del Estado de Nueva York. A ritmo casi siempre pausado o con un par de acelerones (Jonathan, Wrong side of the bed), Magic seduce y enfoca los prismáticos hacia un artista cada vez menos pequeño.

Sean Rowe

Magic

Anti / Pias Spain

Archivado En