Crítica:MÚSICA | DISCOS

Stan Getz Quintets

En el año 1952, Stan Getz era apenas un recién llegado al mundo del jazz. El entonces aspirante al trono de nuevo "astro" del saxofón lo tenía todo. Era joven, dotado y blanco. Sólo le faltaba un contrato discográfico en condiciones, algo de lo que se encargó el empresario Norman Granz, quien ese mismo año le abrió las puertas del estudio para grabar en exclusividad con sus propios sellos, Clef y Norgran. Stan Getz no desaprovechó la ocasión. Ayudado por un repertorio de estándares al uso y la presencia de un reducido grupo de fieles, con Bob Brookemeyer, al trombón de válvulas, el saxofonista...

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En el año 1952, Stan Getz era apenas un recién llegado al mundo del jazz. El entonces aspirante al trono de nuevo "astro" del saxofón lo tenía todo. Era joven, dotado y blanco. Sólo le faltaba un contrato discográfico en condiciones, algo de lo que se encargó el empresario Norman Granz, quien ese mismo año le abrió las puertas del estudio para grabar en exclusividad con sus propios sellos, Clef y Norgran. Stan Getz no desaprovechó la ocasión. Ayudado por un repertorio de estándares al uso y la presencia de un reducido grupo de fieles, con Bob Brookemeyer, al trombón de válvulas, el saxofonista dio rienda suelta a su exuberante imaginación melódica a lo largo de las nueve sesiones registradas entre diciembre de 1952 y enero de 1955. La coherencia y prematura madurez de sus interpretaciones situaron a Getz en el epicentro del nuevo jazz cool (nacido bajo el lema "fresco pero no frío"). La edición de The Clef & Norgran studio albums, absolutamente primorosa, incluye una amplia documentación de archivo y la reproducción de las portadas originales.

Stan Getz Quintets

The Clef & Norgran

studio albums

Verve, Universal

3 CD + libro

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