Elecciones presuntamente democráticas
Los principales partidos políticos de nuestro país se han dotado de códigos éticos internos para gobernar de forma limpia y transparente, y se comprometen a no llevar imputados en sus listas electorales. Pero, claro, llegan las elecciones y, como no deben de andar sobrados de candidatos impecables, se olvidan de sus códigos y de su ética, y, sin ponerse colorados, intentan colarnos a unos cuantos presuntos.
Así las cosas, si antes de los próximos comicios no fueran retirados de las listas electorales todos los presuntos implicados en casos de corrupción, los ciudadanos tendríamos derech...
Los principales partidos políticos de nuestro país se han dotado de códigos éticos internos para gobernar de forma limpia y transparente, y se comprometen a no llevar imputados en sus listas electorales. Pero, claro, llegan las elecciones y, como no deben de andar sobrados de candidatos impecables, se olvidan de sus códigos y de su ética, y, sin ponerse colorados, intentan colarnos a unos cuantos presuntos.
Así las cosas, si antes de los próximos comicios no fueran retirados de las listas electorales todos los presuntos implicados en casos de corrupción, los ciudadanos tendríamos derecho a calificar las próximas elecciones del 22 de mayo como presuntamente democráticas.
Ante la evidente falta de limpieza y rigor democrático en la presentación de las candidaturas, la indignación crece cada día entre los ciudadanos.
Pero para que esta indignación produzca resultados democráticos positivos, todos deberíamos tener claro a quiénes no tenemos que votar con "uve" y a quienes deberíamos de botar con "be".