Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Vuelta de los cuartos de final

Fácil de resolver, difícil de gestionar

El 5-1 de la ida y la visita del sábado al Madrid condicionan el partido del Barça en Donetsk

El Barcelona de Guardiola nunca fue un equipo funcionarial. Ni siquiera cuando lo abonaban las circunstancias, como ocurre en el partido de hoy en Donetsk después del 5-1 del Camp Nou, ventaja que de alguna manera invita a reparar en la visita del sábado al Madrid. La anunciada serie del clásico contamina cualquier partido que se ponga de por medio, y más si se supone que se trata de negociar un buen marcador, competir bien, si acaso afinar la puntería y aspirar, sobre todo, a que no pase nada malo. Al Shakhtar le conviene todo lo contrario: el ruido y la agitación, alimentar la sorpresa, comb...

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El Barcelona de Guardiola nunca fue un equipo funcionarial. Ni siquiera cuando lo abonaban las circunstancias, como ocurre en el partido de hoy en Donetsk después del 5-1 del Camp Nou, ventaja que de alguna manera invita a reparar en la visita del sábado al Madrid. La anunciada serie del clásico contamina cualquier partido que se ponga de por medio, y más si se supone que se trata de negociar un buen marcador, competir bien, si acaso afinar la puntería y aspirar, sobre todo, a que no pase nada malo. Al Shakhtar le conviene todo lo contrario: el ruido y la agitación, alimentar la sorpresa, combatir la rutina.

Aunque no se sabe la alineación, Guardiola ha dado al encuentro un trato solemne. Ha convocado a 20 futbolistas y la expedición viajó ayer en un vuelo de cinco horas. Jamás le han marcado más de cuatro goles (4-3, el Atlético, el pasado curso) y su fiabilidad es máxima en los tres torneos: dispone de ocho puntos de margen para ganar su tercera Liga consecutiva, disputará su segunda final de Copa en tres años y las tres últimas temporadas ha sido semifinalista de la Champions. A los azulgrana, sin embargo, les cuesta jugar con el Shakhtar y no siempre se manejan bien con marcadores tan amables, como se apreció con el Betis en la Copa (5-0 en el Camp Nou y 3-1 en Heliópolis).

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Hay un detalle revelador. El Barça no ha ganado ninguno de los partidos que ha afrontado como visitante en las rondas de la Copa de Europa con Guardiola de entrenador: Lyon, Bayern, Arsenal (dos), Stuttgart e Inter. Y no se esperan precisamente concesiones por parte del Shakhtar, perplejo aún por el resultado de la ida, "cuando a los 15 minutos podíamos ir 1-3", palabras del astuto Lucescu, siempre dispuesto a trampear la contienda. El equipo de los mineros de Donetsk presidido por el millonario Akhmetov quiere corregirse hasta donde pueda o, al menos, suficientemente para una despedida victoriosa.

Apenado por el infanticidio de Barcelona, Lucescu ha resguardado a sus chicos preferidos de esfuerzos inútiles, como el del último partido de una Liga que ya tienen ganada. Invicto durante 55 partidos, el Shakhtar perdió el sábado su imbatibilidad en el Donbass Arena contra el Obolon (0-1) después de que su técnico solo alineara a tres titulares. Quería que los mejores descansaran para enfrentarse al Barça en los mismos términos que en su día golearon al Roma (3-0) y se colocaron como el mejor equipo del torneo si se contabilizaban los puntos y los goles.

Bueno ofensivamente, al Shakhtar le pierde su defensa. Los azulgrana penalizaron la mayoría de los errores que cometió en su estadio y para hoy se supone que aumentará su vulnerabilidad por la ausencia de hasta cinco defensas, con Chigrinski a la cabeza. A cambio, Lucescu redoblará el ataque con su camada brasileña, jugadores fichados en los campeonatos sudamericanos sub 20 y cuyo rendimiento es estimable. Willian, Douglas Costa, Jadson, Luiz Adriano y Fernandinho juegan muy bien, son explosivos y agresivos, pero también irregulares, como se vio en la ida con Luiz Adriano.

La sensación es que el partido durará lo que tarde en marcar un gol el Barça, últimamente resolutivo a balón parado, menos generoso en su juego, necesitado de los goles de Villa, que ya lleva ocho jornadas seco, desde el 26 de febrero. Muy exigidos y limitados por las lesiones, a veces ha dado la sensación que los azulgrana se regulaban, no acababan las jugadas y se habían aflojado porque los delanteros no apretaban ni marcaban y, además, había un agujero en la defensa por las bajas de Abidal y Puyol. Ha habido encuentros en que el campo se le ha hecho largo y el equipo ha sido poco agresivo con el balón.

Más que revolucionado, hoy le conviene jugar con un punto de pausa y mucho control, evitar el ir y venir del Camp Nou. Ausente Iniesta por sanción, el mejor indicador de la salud del Barça acostumbra a ser la cuenta de Messi, que vuelve a la ciudad en la que se estrenó en Europa (2004-2005). El problema es que no se sabe muy bien a quién alineará Guardiola. Aguarda el Madrid, los jugadores llevan mucha tralla y no conviene fiarse del Shakhtar.

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