Para quienes dicen...
Para quienes dicen que la Liga regular es un tostón, para quienes dicen que el baloncesto no vale la pena hasta que llegan las finales, para quienes dicen que la ACB no despierta pasiones, para quienes dicen que esta competición se ha convertido en un fenómeno localista, para quienes dicen... Repasen los últimos 40 segundos de la prórroga que se vivió en el Martín Carpena de Málaga, rebobinen las imágenes y la maravillosa locución de Óscar Cuesta (ACB360). Basta con eso. Es innecesario añadir más epítetos. Incluso sabiendo el resultado de antemano, incluso siendo un partido que se disputó el s...
Para quienes dicen que la Liga regular es un tostón, para quienes dicen que el baloncesto no vale la pena hasta que llegan las finales, para quienes dicen que la ACB no despierta pasiones, para quienes dicen que esta competición se ha convertido en un fenómeno localista, para quienes dicen... Repasen los últimos 40 segundos de la prórroga que se vivió en el Martín Carpena de Málaga, rebobinen las imágenes y la maravillosa locución de Óscar Cuesta (ACB360). Basta con eso. Es innecesario añadir más epítetos. Incluso sabiendo el resultado de antemano, incluso siendo un partido que se disputó el sábado, hace un siglo según el calendario de las nuevas tecnologías. Tómense la molestia. Vale la pena, a poco que les guste el deporte. No importa que no sean del Unicaja, que ganó. No importa que sean del Real Madrid, que perdió. No importa que no les diga nada ninguno de estos dos equipos, incluso ni siquiera este deporte. Repasen esos 40 segundos, permitan la sugerencia.
Si como escribía John Carlin el domingo, la palabra morbo no es superable en inglés, incluso en español se queda corta para lo que significó el regreso a Málaga de Jorge Garbajosa y su actuación frente a un equipo en el que estuvo la última temporada y media y del que fue penosamente relegado durante el último mes y medio. Pues bien, ese Garbajosa que todavía era del Madrid el pasado lunes por la mañana fue quien encendió la traca. Faltaban 40 segundos para el final y le colocó un gorro de antología a Prigioni. Y a partir de ahí: triple de Prigioni, triple de Garbajosa, triple de Prigioni y triple de McIntyre. Todo, en 40 segundos. Una maravilla.
¿Una excepción? Semejante portento es excepcional por definición. Pero hubo más partidos este fin de semana con prórrogas, dos a falta de una; con emoción y con decisivas canastas al límite. Y cuando se dice al límite, aquí, quiere decir en el último segundo. Un buen aperitivo para lo que puedan deparar los cuartos de final de la Euroliga, que empezarán mañana con la presencia de cuatro equipos de la ACB.
Dos prórrogas fueron necesarias para que el Gran Canaria saliera vencedor ante el Bizkaia Bilbao (90-82) y premiase el pleno acierto del mejor anotador esta temporada en la ACB, Jaycee Carroll, el escolta de Laramie (Wyoming) formado en la Universidad de Utah State. Treinta puntos endosó al equipo bilbaíno. Agónicas, aunque no tanto, fueron también las victorias del Power Electronics Valencia y el Assignia Manresa. El conjunto valenciano ganó en una de las canchas más difíciles esta temporada, la del Fuenlabrada (74-78), con un estupendo despliegue de Nando de Colo y Savanovic, con 21 puntos y 10 rebotes, y una decisiva canasta de Jeremy Richardson. El catalán se impuso gracias a la imponente actuación del esloveno Uros Slokar, con 23 puntos y 10 rebotes, y a su inspiración en los minutos finales, en los que culminó una remontada que le vale media permanencia porque le sitúa con cuatro victorias más que los dos equipos en las plazas de descenso, precisamente el Granada, y el Menorca.
Los dos últimos fijan la vista en el Meridiano Alicante. Lo tienen a tiro, a dos victorias, después de su derrota ante el Blancos de Rueda Valladolid (74-80). El DKV Joventut también tuvo que llegar a los segundos de la cuenta atrás para ganar en San Sebastián al Lagun Aro (74-76) gracias a un mate de McDonald y un tiro libre de Franch. Una jornada para quienes dicen...