Madrid-Barça, en la sala de espera

El Barcelona visitará al Madrid el 16 de abril en un partido que se supone decisivo para la suerte de la Liga. Blancos y azulgrana volverán a enfrentarse cuatro días después, el 20, en la final de la Copa del Rey, que se disputará en Mestalla. Y los dos grandes del fútbol español podrían continuar su duelo particular en las semifinales de la Champions el 26-27 de abril en el Bernabéu y el 3-4 de mayo en el Camp Nou. El sorteo de la competición europea, celebrado ayer en Nyon, evitó el cruce de los dos equipos españoles en los cuartos de final, que se jugarán el 5-6 de abril y el 12-13 d...

El Barcelona visitará al Madrid el 16 de abril en un partido que se supone decisivo para la suerte de la Liga. Blancos y azulgrana volverán a enfrentarse cuatro días después, el 20, en la final de la Copa del Rey, que se disputará en Mestalla. Y los dos grandes del fútbol español podrían continuar su duelo particular en las semifinales de la Champions el 26-27 de abril en el Bernabéu y el 3-4 de mayo en el Camp Nou. El sorteo de la competición europea, celebrado ayer en Nyon, evitó el cruce de los dos equipos españoles en los cuartos de final, que se jugarán el 5-6 de abril y el 12-13 del mismo mes, fechas de mayor repercusión en las competiciones españolas, pero les situó en condiciones de batirse por una plaza para la final de Wembley, el 28 de mayo.

A excepción de los tres representantes ingleses, que difícilmente podían evitarse por ser más numerosos que los demás, el bombo de los cuartos fue muy respetuoso con los máximos favoritos al título. Al Madrid le aguarda el Tottenham, un equipo más poderoso ofensiva que defensivamente -es el máximo goleador de la fase previa del torneo-, la mejor propuesta para el juego directo y vertical del plantel de Mourinho. Aunque el Shakhtar Donetsk parece un rival más complicado, sobre todo por su excelente trayectoria -solo cuenta una derrota, ante el Arsenal en Londres- y por ser campeón de la Copa de la UEFA de 2009, el Barça también parte como favorito en su enfrentamiento con el líder de la Liga de Ucrania, el equipo de Chigrinski. También el Inter se dio por satisfecho con su emparejamiento con el Schalke de Raúl. La china les tocó a los dos máximos representantes de la Premier, Chelsea-Manchester United, que revivirán la final de Moscú 2008, ganada por los muchachos de Ferguson después de un resbalón de Terry en la tanda de penaltis.

El guiño del sorteo fue que quien sacó las bolas fue un inglés de nombre Lineker. La mano del exazulgrana propició el cruce fratricida de los ingleses y postergó hasta las semifinales la cita Madrid-Barcelona, favoritos pese a que ambos tienen el factor campo en contra. "La eliminatoria con el Barça me suena a final", dijo Chigrinski, exazulgrana que regresó al Shakhtar; "si lo eliminamos, nadie nos exigirá más".

Los barcelonistas aspiran a reencontrarse con los madridistas nueve años después del último duelo continental, ganado por el equipo blanco, vencedor en la ida en el Camp Nou por 0-2. Pasados los octavos, muro que no franqueaba desde 2004, el Madrid no se pone ya ningún límite, y menos frente a un adversario que lidera un exjugador suyo como el holandés Van der Vaart.

"Sería un capricho histórico jugar una semifinal contra el Barça", precisó Miquel Pardeza, director deportivo del Madrid; "enfrentarnos cuatro veces suena raro". El sorteo, en cualquier caso, respetó la voluntad de Mourinho, que quería evitar al Chelsea y el Inter por una cuestión sentimental. Así las cosas, la mayoría de los representantes se dieron por satisfechos con el bombo.

En la Liga Europa, el Villarreal va de segundo en segundo, informa Javier Pérez. Tras eliminar al Nápoles y el Leverkusen, segundos clasificados en Italia y Alemania, ahora se medirá al Twente, perseguidor en Holanda del PSV. Su nuevo rival está dirigido por Michel Preud'homme, el mítico portero belga de los años ochenta y noventa.