Crítica:

Robyn Ludwick

Se veía venir. Tras los dos primeros discos con los que Ludwick irrumpió en las filas del country-folk, cumplidos los 30, como brillante escritora e intérprete, tocaba ponerse en manos de Gurf Morlix. El mismo que produjo las entregas iniciales de Lucinda Williams y que no se habla con ella desde hace una década (rompieron en el proceso de Car wheels on a gravel road). El productor toca aquí múltiples instrumentos y no obstruye el fuerte de Ludwick: historias de gente hecha jirones, resistente a la derrota, entre el desgarro y la evocación. La tejana no alcanza la maestría de Wil...

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Se veía venir. Tras los dos primeros discos con los que Ludwick irrumpió en las filas del country-folk, cumplidos los 30, como brillante escritora e intérprete, tocaba ponerse en manos de Gurf Morlix. El mismo que produjo las entregas iniciales de Lucinda Williams y que no se habla con ella desde hace una década (rompieron en el proceso de Car wheels on a gravel road). El productor toca aquí múltiples instrumentos y no obstruye el fuerte de Ludwick: historias de gente hecha jirones, resistente a la derrota, entre el desgarro y la evocación. La tejana no alcanza la maestría de Williams, pero enriquece su estirpe (es hermana de Bruce y Charlie Robison, cuñada de Kelly Willis) y promete cada vez cosas mejores.

Robyn Ludwick

Out of these blues

Late Show / Karonte

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