Emociones pop
Nadie duda de las plenas garantías concedidas a David Portner (Avey Tare y 33,3% de Animal Collective). Pero que mantenga sus galones reconstruyendo las texturas de su ya efectiva fórmula es otra cosa. Calificarlo de hipnótico o de experimental es encerrarse en un léxico musical insuficiente. Aquí todo es tan nuevo como primario, aunando lo que fuimos con lo que somos. Insoportablemente húmedo y pringoso, Portner ha encontrado la clave para que sus temas sean distintos cada vez. En la primera escucha asomarán el grumo, las trazas sintéticas y los beats agitados; en la segunda, los acord...
Nadie duda de las plenas garantías concedidas a David Portner (Avey Tare y 33,3% de Animal Collective). Pero que mantenga sus galones reconstruyendo las texturas de su ya efectiva fórmula es otra cosa. Calificarlo de hipnótico o de experimental es encerrarse en un léxico musical insuficiente. Aquí todo es tan nuevo como primario, aunando lo que fuimos con lo que somos. Insoportablemente húmedo y pringoso, Portner ha encontrado la clave para que sus temas sean distintos cada vez. En la primera escucha asomarán el grumo, las trazas sintéticas y los beats agitados; en la segunda, los acordeones/teclados de un París pixelado. En la tercera caerás rendido ante tanta emoción.