La burla constante a los ciudadanos
Estos días me ha dado por pensar en los 600 y 1.000 euros respectivamente embargados a Díaz Ferrán y a su socio, parece ser que era la única cantidad que tenían ambos en sus cuentas corrientes; y pienso también en la prescripción de cuatro de los cinco delitos de Carlos Fabra, en la in-justicia de la justicia hecha a medida, en los mensajes moralistas de Rajoy y en la Cospedal cobrando tres sueldos, y también en los 31 millones de las antiguas pesetas que se han gastado las excelentísimas diputaciones en cestas esta Navidad. Pienso también en la codicia insaciable de los mercados financieros y...
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Estos días me ha dado por pensar en los 600 y 1.000 euros respectivamente embargados a Díaz Ferrán y a su socio, parece ser que era la única cantidad que tenían ambos en sus cuentas corrientes; y pienso también en la prescripción de cuatro de los cinco delitos de Carlos Fabra, en la in-justicia de la justicia hecha a medida, en los mensajes moralistas de Rajoy y en la Cospedal cobrando tres sueldos, y también en los 31 millones de las antiguas pesetas que se han gastado las excelentísimas diputaciones en cestas esta Navidad. Pienso también en la codicia insaciable de los mercados financieros y los mudis de turno, cínicos depredadores y carroñeros cuyo desprecio por la suerte de los demás llevó hace unos días a ese pobre hombre a arrojarse desde las gradas más altas del Parlamento de Rumanía, para estrellarse entre las butacas de los demócratas. Pienso en todos ellos y no puedo evitar relacionarlos a todos.