Rarezas adictivas
Desconcertante el nuevo disco de estos chicos rockeros estadounidenses disfrazados de emo. El single, de título currado, Na, na, na, (Na, na, na), suena a Offspring años noventa; Planetary (Go!) es como si Black Eyed Peas hubiesen cambiado al pesado de David Guetta por el guitarrista de Aerosmith; The only hope for me is you es Jonas Brothers cuando cumplan 30; en Vampire money parecen New York Dolls en el CBGB. Efectivamente: todo muy raro. Pero adictivo. Es de esas cosas inexplicables: estás a punto de odiarlo, pero caes rendido ante un disco factura...
Desconcertante el nuevo disco de estos chicos rockeros estadounidenses disfrazados de emo. El single, de título currado, Na, na, na, (Na, na, na), suena a Offspring años noventa; Planetary (Go!) es como si Black Eyed Peas hubiesen cambiado al pesado de David Guetta por el guitarrista de Aerosmith; The only hope for me is you es Jonas Brothers cuando cumplan 30; en Vampire money parecen New York Dolls en el CBGB. Efectivamente: todo muy raro. Pero adictivo. Es de esas cosas inexplicables: estás a punto de odiarlo, pero caes rendido ante un disco facturado en un laboratorio americano para convertirse en tu pesadilla navideña. Lo intentas esquivar, pero te engancha.