Análisis:ATLETISMO | Operación Galgo

Hay que acabar con esto para ganar credibilidad

He estado estos días reflexionando. Es inevitable, pues el caso del dopaje, de alguna forma, nos afecta a todos los que trabajamos en este deporte. Y quería recordar el día en que mi atleta, Natalia Rodríguez, perdió el oro en los 1.500m en los Mundiales de Berlín 2009 [obstaculizó a la etíope Burka, que se cayó al suelo] y yo no comprendía la reacción del público, que silbaba. Hubo quien me dijo entonces lo que ahora se ha visto confirmado: "Fuera tienen la visión de que en España hay tolerancia con el dopaje". Ese día hablé con Alonso Valero [agente de Rodríguez y Marta Domínguez e imputado ...

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He estado estos días reflexionando. Es inevitable, pues el caso del dopaje, de alguna forma, nos afecta a todos los que trabajamos en este deporte. Y quería recordar el día en que mi atleta, Natalia Rodríguez, perdió el oro en los 1.500m en los Mundiales de Berlín 2009 [obstaculizó a la etíope Burka, que se cayó al suelo] y yo no comprendía la reacción del público, que silbaba. Hubo quien me dijo entonces lo que ahora se ha visto confirmado: "Fuera tienen la visión de que en España hay tolerancia con el dopaje". Ese día hablé con Alonso Valero [agente de Rodríguez y Marta Domínguez e imputado en la Operación Galgo] y me decía: "En ocasiones, la reacción de la masa es irracional".

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También recuerdo cómo este personaje andaba nervioso de aquí para allá cuando a Marta le hicieron aquel control por sorpresa antes de las semifinales y cómo decía que eso no era legal. O cómo al día siguiente del 1.500, Manuel Pascua [entrenador, también imputado] se mofaba de cómo había corrido Natalia y de mis predicciones respecto a la final. También de cuando Natalia barajaba correr en Zúrich y no fue aceptada y de mi insistencia en que intentara ir porque no me creía lo que decían desde la federación y el propio mánager: que el organizador de la prueba no la quería por los posibles silbidos.

Ahora ya tengo la certeza de que la reacción del público no fue espontánea ni tenía que ver con lo que sucedió en la carrera. Ni siquiera creo que fuera contra mi atleta, sino contra todo lo que ahora está saliendo a la luz (afortunadamente). No quiero ir de víctima (al contrario que nuestro presidente), pues creo que Natalia hizo una maniobra arriesgada, pero ahora sí creo con bastante seguridad que no todo lo que ocurrió tuvo que ver con el desarrollo normal de la competición.

El dopaje puede hacer muchísimo daño a nuestro deporte, también a los demás. Ojalá me equivoque, o lo que sucedió en Berlín puede ser lo que podríamos vivir en lo sucesivo. Sería necesario acabar lo que ya se ha iniciado para ganarnos la credibilidad necesaria.

Miguel Escalona es entrenador de la mediofondista Natalia Rodríguez.

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