Tentaciones
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Cuando la tele no es suficiente

En los últimos tiempos, la clásica escena de una pareja viendo la tele ha sido sustituida por esta otra: un ordenador reproduciendo alguna teleserie o película, mientras él revisa en su Smartphone algunos spoilers y ella ojea en su tableta los extras de la web oficial. La multiplicación de dispositivos de acceso a los medios ha modificado las formas de consumo de entretenimiento y a la propia industria. Ante tanto cambio, uno de los tipos más avispados en este negocio, Anthony E. Zuiker, creador y productor ejecutivo de la serie CSI, ha sabido adecuarse a las circunstancias y aca...

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En los últimos tiempos, la clásica escena de una pareja viendo la tele ha sido sustituida por esta otra: un ordenador reproduciendo alguna teleserie o película, mientras él revisa en su Smartphone algunos spoilers y ella ojea en su tableta los extras de la web oficial. La multiplicación de dispositivos de acceso a los medios ha modificado las formas de consumo de entretenimiento y a la propia industria. Ante tanto cambio, uno de los tipos más avispados en este negocio, Anthony E. Zuiker, creador y productor ejecutivo de la serie CSI, ha sabido adecuarse a las circunstancias y acaba de lanzar en EE UU la segunda parte de Level 26. Esta colección de novelas in progress —la primera, publicada en septiembre en España por Planeta, fue incluida en la lista de best sellers de The New York Times— se complementa con contenidos audiovisuales y una red social.

"El objetivo es implicar de forma activa a la audiencia, atraparla sin escapatoria"

Su protagonista, un asesino despiadado que ha encandilado a estadounidenses y franceses —"da miedo, ¿verdad?", se jacta al otro lado del teléfono Zuiker—, ha traspasado el cerco de su recinto y recientemente se ha colado en un episodio de CSI Las Vegas, para goce máximo de sus fans. Sin embargo, esto no es algo totalmente novedoso. A finales de los años noventa, los departamentos de marketing de los grandes conglomerados mediáticos se dieron cuenta de que sus productos se vendían como churros si bombardeaban al público con una historia a través de todas las plataformas posibles (a saber: películas, videojuegos, cómic…). Como ejemplos conocidos, basta señalar las sagas de Matrix, El señor de los anillos o La guerra de las galaxias.

Henry Jenkins, investigador del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y autor de La cultura de la convergencia en los medios de comunicación (Paidós), le puso un nombre a este fenómeno allá por 2003: narrativa transmedia, el término más mencionado por los estrategas de comunicación online en 2010. Jenkins explica por e-mail que aunque hasta ahora la narrativa transmedia se dirigía principalmente a "geeks y niños" —debido a que se trataba de "producciones de culto, fantasía, ciencia-ficción u horror"—, algunos experimentos recientes "han ampliado el espectro a mujeres, jóvenes y otros grupos minoritarios". Y cita a las teleseries Héroes, Perdidos, 24, Entre fantasmas o el remake de Battlestar Galactica como modelos, pero sobre todo la todavía en marcha Glee.

Frente a estos casos, donde el objetivo parece más bien implicar de forma activa a las audiencias para atraparlas sin escapatoria, el experimento de Zuiker pretende repartir el argumento entre varios medios, utilizando cada uno de ellos de la mejor forma posible. "A las dos semanas de publicar la primera novela, sacamos a la venta la aplicación para iPod y iPad. Esta permite incluir en un mismo producto la novela, los cortometrajes que amplían la narración, a los que puede accederse cada 25 páginas, y otras sorpresas como sonidos aterradores al pasar las páginas o mensajes de texto que aparecen en la pantalla en el momento en que algún personaje los recibe", remarca con orgullo.

En el foro de su página web (www.level26.com), los seguidores comentan escenas y capítulos, apuntando posibles futuros. "Leemos todo lo que se dice allí y para el segundo libro hemos tomado algunas ideas de nuestros lectores". Además, la ocurrencia de incluir a Sqweegel, protagonista y villano, en la última temporada de CSI fue un éxito: "En la primera media hora conseguimos un millón de espectadores, nuestro impacto entre la gente joven fue del 17% y unas 75.000 personas chatearon conmigo mientras se emitía el episodio".

Aparición de Sqweegel, protagonista de la novela Nivel 26, en un capítulo de CSI Las Vegas. Ambos, libros y serie, son de Anthony E. Zuiker.

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