Después de las uvas, al hotel
El técnico quiere concentrar a los jugadores en Nochevieja para el partido del 2 de enero
Los que trabajan con José Mourinho dicen que ha convertido al Real Madrid en una gran familia que vive entre la ciudad deportiva de Valdebebas y el Hotel Mirasierra Suites. Allí concentra el técnico blanco a sus jugadores antes de cada partido. Lo suele hacer 24 horas antes. Ahora y con la Nochevieja de por medio ha decidido alargar el plazo y concentrar a los jugadores justo después de las uvas.
El portugués no quiere distracciones. El equipo termina las vacaciones de Navidad el día 29. Esa misma tarde los jugadores se reincorporarán a los entrenamientos. Habrá sesión el 29, el 30 y el...
Los que trabajan con José Mourinho dicen que ha convertido al Real Madrid en una gran familia que vive entre la ciudad deportiva de Valdebebas y el Hotel Mirasierra Suites. Allí concentra el técnico blanco a sus jugadores antes de cada partido. Lo suele hacer 24 horas antes. Ahora y con la Nochevieja de por medio ha decidido alargar el plazo y concentrar a los jugadores justo después de las uvas.
El portugués no quiere distracciones. El equipo termina las vacaciones de Navidad el día 29. Esa misma tarde los jugadores se reincorporarán a los entrenamientos. Habrá sesión el 29, el 30 y el 31 para preparar el partido de Liga del 2 de enero, en el que el Madrid visita al Getafe.
En una reunión con la dirección deportiva y el cuerpo médico, el entrenador ha propuesto concentrar al equipo el día 31. Dejará a los jugadores cenar con sus familias pero quiere que después de las uvas y no más tarde de la una de la madrugada la plantilla esté en el Mirasierra Suites. El objetivo: evitar que la noche de fiesta se prolongue hasta la madrugada y que los jugadores acudan a Valdebebas la mañana del día 1.
Mourinho pasa de días festivos. Más teniendo partido el día 2. Este año da la casualidad que el primer fin de semana de enero cae en los días 1 y 2. El técnico todavía no ha trasladado a los capitanes su propuesta. El equipo pasaría dos días concentrado para ir a disputar un partido de 20 kilómetros de distancia. A principios de temporada el técnico dijo que había cosas no negociables, entre ellas las concentraciones y los horarios de los entrenamientos (los capitanes pidieron empezar las sesiones una hora más tarde). Eso lo ha mantenido. También dijo que era innegociable que Iker Casillas pudiese acudir a Oviedo para recoger el premio Príncipe de Asturias. Reculó a petición del presidente y dejó marcharse al portero con la condición de que llegara a tiempo para concentrarse con el equipo a las 8 de la tarde.