La lluvia causa decenas de desalojos

El invierno pasado, el más lluvioso de las últimas décadas, el río Genil avisó varias veces a su paso por Écija (Sevilla). Este otoño ha cumplido su amenaza a la primera. Los 107 litros por metro cuadrado que cayeron entre la noche del lunes y la madrugada del martes en la sierra de Córdoba, donde nace el Genil*, hicieron crecer la cota del río hasta los 7,36 metros, más de un metro por encima de su capacidad. El pueblo amaneció con el 30% de su casco urbano inundado y un millar de viviendas anegadas por la lluvia.

Un año más, los ríos más caudalosos de la comunidad han puesto co...

El invierno pasado, el más lluvioso de las últimas décadas, el río Genil avisó varias veces a su paso por Écija (Sevilla). Este otoño ha cumplido su amenaza a la primera. Los 107 litros por metro cuadrado que cayeron entre la noche del lunes y la madrugada del martes en la sierra de Córdoba, donde nace el Genil*, hicieron crecer la cota del río hasta los 7,36 metros, más de un metro por encima de su capacidad. El pueblo amaneció con el 30% de su casco urbano inundado y un millar de viviendas anegadas por la lluvia.

Un año más, los ríos más caudalosos de la comunidad han puesto contra las cuerdas a miles de vecinos. Esta vez ha sido pronto, adelantándose al invierno, pero con los mismos efectos devastadores que el año pasado. Cuando pase la tormenta habrá que atender a las explicaciones que dan los responsables políticos.

La alarma se extendió a varios municipios de la cuenca del Guadalquivir, que estuvieron en vilo casi todo el día ante la posibilidad de que las crecidas de los ríos les castigase. El hecho más grave ocurrió en el municipio de Arroyo del Ojanco (Jaén), donde un hombre murió en un cortijo cuando un rayo impactó contra su vivienda.

El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, estuvo a mediodía en el casco urbano de Écija, que se llevó la peor parte de las fuertes lluvias caídas la noche del lunes. Alrededor de 3.000 vecinos de la localidad, de 40.500 habitantes, se vieron afectados por la crecida del Genil, aunque no se registraron daños personales. Los materiales, que son muchos, no podrán ser evaluados hasta que las calles queden libres de agua. Al mediodía de ayer, algunas de las zonas más bajas del pueblo soportaban todavía más de un metro y medio de agua y lodo.

Los efectos del temporal se fueron extendiendo a lo largo del día hacia otros municipios de Sevilla, Córdoba, Jaén y Huelva. Los más afectados son los que se sitúan en las cuencas del Genil y del Guadalquivir, donde la lluvia, que apenas ha dado tregua en las últimas 24 horas, ha hecho crecer el cauce de los ríos hasta sobrepasar en algunos casos su cota máxima. Es lo que ocurrió con el Genil en Écija y lo que amenazaba con pasar, ayer por la noche, con el Guadalquivir a su paso por Lora del Río (Sevilla). El plan local de emergencias quedó activado a media tarde y varias decenas de familias fueron desalojadas ante el riesgo de inundaciones. En Constantina, en la Sierra Norte de Sevilla, la lluvia anegó más de 40 viviendas.

Muy parecido era el paisaje en varios municipios de la provincia de Jaén, como Villanueva de la Reina, Andújar y Marmolejo, donde la Junta activó la segunda fase del plan de inundaciones.

En Córdoba, el Ayuntamiento decidió desalojar las parcelaciones de Pilar de la Vega en Alcolea, Guadalvalle, la Altea y la parte más cercana al río de Fontanar de Quintos, en el entorno del aeropuerto, ante la previsible crecida del río Guadalquivir. La lluvia forzó también varios desalojos en municipios como Palma del Río y Santaella (Córdoba) y Gibraleón (Huelva).

A las 21.00, en Peñaflor (Sevilla) faltaban 14 centímetros para que el Guadalquivir se desbordara a su paso por el centro del pueblo. Las previsiones apuntan a que el temporal seguirá azotando a la comunidad durante la jornada de hoy, por lo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene en alerta naranja a las provincias de Córdoba, Sevilla y Huelva y en alerta amarilla a Cádiz, Granada, Málaga y Jaén.

*FE DE ERRORES- El río Genil nace en Sierra Nevada (Granada) y no en la sierra de Córdoba, tal como publica hoy este periódico.