Julio Manrique pone en escena 'L'hort dels cirerers' como una "comedia alocada"

Al escritor Anton Chéjov le gustaban tanto los cerezos que en 1904, apenas unos meses antes de fallecer, ambientó su última obra en un gran huerto en el que florecían estos árboles. Se estrenó en Moscú el día de su cumpleaños, pero solo pudo hacer acto de presencia en el tercer acto. Estaba ya muy enfermo y cuando, entre grandes ovaciones, apareció en el escenario, apenas podía tenerse en pie. De hecho, esa sería su última aparición pública. Pero lo que fue una despedida ahora se convierte en una bienvenida. El actor y director Julio Manrique ya prepara su desembarco en el teatro Romea. Y aunq...

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Al escritor Anton Chéjov le gustaban tanto los cerezos que en 1904, apenas unos meses antes de fallecer, ambientó su última obra en un gran huerto en el que florecían estos árboles. Se estrenó en Moscú el día de su cumpleaños, pero solo pudo hacer acto de presencia en el tercer acto. Estaba ya muy enfermo y cuando, entre grandes ovaciones, apareció en el escenario, apenas podía tenerse en pie. De hecho, esa sería su última aparición pública. Pero lo que fue una despedida ahora se convierte en una bienvenida. El actor y director Julio Manrique ya prepara su desembarco en el teatro Romea. Y aunque no tomará la dirección de la sala hasta la temporada que viene, calentará motores desde el próximo 16 de noviembre dirigiendo esta obra del escritor ruso, que ve como una "comedia alocada".

L'hort dels cirerers narra la historia de un familia de aristócratas rusos en declive. Sus cuentas caen en picado y para hacer frente a las deudas deben vender su finca al hijo de uno de sus criados. La obra, que Lluís Pasqual también llevó al escenario para despedir el antiguo Lliure de Gràcia, es la primera de gran envergadura que dirige Manrique. Consta de un reparto de 14 actores entre los que se encuentran Monste Guallar, Sandra Monclús, Ferran Rañé, Xavier Ricart, David Selvas, Enric Serra y hasta un niño pequeño. Encarnan a personas extravagantes que pululan por el huerto en vías de extinción. En el jardín de situaciones pintorescas destacan una joven que promete hacerse monja si no encuentra marido pronto, una criada con alma de marquesa y alguien que no para de sufrir accidentes y filosofar a raíz de ellos. "Son algo frikis, pero con unas enormes ganas de vivir", explica Manrique.

La adaptación del clásico es la que realizó David Mamet y entre el equipo artístico figura Mag Lari como asesor de magia. Ni el escenario (pensado como un invernáculo), ni el vestuario, que Manrique califica de "atemporal", son grandilocuentes. "Dejamos de lado las florituras para que el protagonismo lo tome la humanidad de los personajes", concluye Manrique. El montaje estará en cartel hasta el 9 de enero.

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