Crítica:CLÁSICA

Habrá que entusiasmar

Esta temporada, la Orquesta de Valencia va a soportar el peso de la programación del Palau de la Música. Dado el bajón presupuestario, la actuación de grandes formaciones y directores extranjeros ha disminuido de forma radical. Pero el público se ha acostumbrado a un alto nivel de calidad, y los músicos locales van a tener que intentar alcanzarlo si quieren conservar su favor. Ya no basta tocar bien: hay que entusiasmar.

La sesión del viernes tuvo corrección, pero no excelencia. En el estreno de Ferrer Ferrán (Alba Sapientia), donde precisamente se plantea la exhibición de habili...

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Esta temporada, la Orquesta de Valencia va a soportar el peso de la programación del Palau de la Música. Dado el bajón presupuestario, la actuación de grandes formaciones y directores extranjeros ha disminuido de forma radical. Pero el público se ha acostumbrado a un alto nivel de calidad, y los músicos locales van a tener que intentar alcanzarlo si quieren conservar su favor. Ya no basta tocar bien: hay que entusiasmar.

La sesión del viernes tuvo corrección, pero no excelencia. En el estreno de Ferrer Ferrán (Alba Sapientia), donde precisamente se plantea la exhibición de habilidad de los profesores, sí se consiguió una actuación lucidísima, brillando con especial fuerza la percusión y los metales. La partitura, muy bien construida, ofreció un sólido contrapunto y una colorida instrumentación, aunque el concepto y la armonía resultaran algo vetustos. Luego, en el concierto de Elgar, el violonchelo solista (Truls Mork fue sustituido por Daniel Müller-Schott), de sonido exquisito, tuvo en la contención expresiva su mejor y peor arma. Esta obra, con las profundas huellas que la guerra mundial del 14 dejó en su autor, huye, es verdad, del lagrimeo fácil. Pero requiere, al mismo tiempo, la transmisión de un tenso dramatismo. No consiguió lo último el violonchelo, ni tampoco la batuta. En conjunto, pues, la lectura resultó algo anémica.

Orquesta de Valencia

Director: Yaron Traub. Violonchelo: Daniel Müller-Schott. Obras de F. Ferrán, Elgar y Dvorák. Palau de la Música. Valencia, 22 de octubre de 2010.

La Octava Sinfonía de Dvorák, tras el descanso, cerró sin pena ni gloria este primer programa. Hará falta -ahora más que nunca- entregarse más.

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