Castellón se prepara para las lluvias

Obras de canalización y limpieza de cauces paliarán los efectos de las trombas

Hace poco más de un año, una tromba de agua llegó a descargar más de 400 litros por metro cuadrado en municipios como Burriana. Varios municipios del litoral castellonense sufrieron las consecuencias de unas lluvias torrenciales que anegaron, sobre todo, los distritos marítimos. Pero también la capital de La Plana vio cómo llegaba a desbordarse el río Seco y los daños provocados por el efecto del agua dejaron un panorama devastador.

Un año después, la provincia se prepara ante la posible llegada de otra tromba de agua. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este lunes es el d...

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Hace poco más de un año, una tromba de agua llegó a descargar más de 400 litros por metro cuadrado en municipios como Burriana. Varios municipios del litoral castellonense sufrieron las consecuencias de unas lluvias torrenciales que anegaron, sobre todo, los distritos marítimos. Pero también la capital de La Plana vio cómo llegaba a desbordarse el río Seco y los daños provocados por el efecto del agua dejaron un panorama devastador.

Un año después, la provincia se prepara ante la posible llegada de otra tromba de agua. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este lunes es el día que concentra mayores posibilidades de precipitaciones. El catedrático de Meteorología de la Universitat Jaume I, José Quereda, también anunció un periodo de lluvias para estos mismos días.

Burriana acomete obras en el litoral con 2,7 millones del Plan E del Gobierno

Pero el agua, si cae, no encontrará el mismo panorama que hace un año. Si las lluvias son torrenciales, las obras y actuaciones no impedirán que se registren daños pero, en cualquier caos, ayudarán a mitigarlos. En Castellón, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha invertido cerca de 200.000 euros en la limpieza del cauce del río Seco para recuperar la capacidad de desagüe. En total, se han retirado cerca de 2.000 toneladas de cañas, carrizos y otros tipos de vegetación a lo largo de tres kilómetros. Además, la CHJ ha realizado otras obras, con una inversión de cerca de dos millones de euros, para paliar los efectos de la lluvia que hace un año afectó a este tramo del dominio público hidráulico. "Nunca un episodio de lluvia es igual a otro", señaló el presidente de la Confederación, Juan José Moragues, quien manifestó su confianza en que este año "no haya ningún problema".

Una de las localidades en las que las trombas de agua hacen más mella es Nules. La junta de emergencia ya se ha reunido para que la maquinaria pueda ponerse en marcha en cuanto surjan los problemas y, por ello, ya han determinado que siempre ha de estar preparada una lancha de la Cruz Roja para posibles evacuaciones en la zona urbanizada de la playa. Pero este año además el agua tendrá más despejada la salida ya que se ha derribado un puente en el canal de La Gola, que desagua en el mar y en el que, la vegetación que arrastraba el agua taponada su único ojo hasta convertirlo en una auténtica presa.

Tanto en Nules como en Burriana o Peñíscola, entre otras, las subvenciones del INEM y del Servef han servido para la contratación de personas que se han dedicado exclusivamente a la limpieza de cauces y barrancos, con el fin de que el agua corra con la mayor fluidez posible.

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Además, en Burriana, un nuevo temporal no encontrará el muro, de más de un metro de altura, que en la escollera de poniente contuvo el fluir del agua al mar hace un año. El obstáculo tuvo que ser derribado en plena tromba por los servicios municipales y ahora Costas lo ha sustituido por una barandilla metálica totalmente permeable. Burriana recoge agua de Vila-real, Betxí y Onda a través del río Anna o bien por el barranco de Betxí, que desemboca en el camí de la Ratlla de Nules, en la Serratella. Los graves desperfectos ocasionados en aquel "diluvio" de finales de septiembre provocaron la adopción de una importante actuación para la evacuación de pluviales en la zona marítima. Así, a través del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, con 2,7 millones de euros, el municipio está ejecutando un gran colector de aguas pluviales que acabará en una cámara de bombeo con capacidad para desalojar un caudal de 3.000 litros de agua por segundo, todo ello subterráneo.

Mientras, más hacia el norte, en Peñíscola, donde los temporales siempre azotan al paseo marítimo, se ha ejecutado una canalización hasta la estación de bombero para tratar de evitar que se anegue el paso que conecta la localidad con Benicarló. Además, se ha construido un muro corrido de piedra para tratar de obstaculizar la entrada de agua en una urbanización, Voramar, que al encontrarse por debajo del nivel del mar, siempre se ve afectada tanto por las lluvias como por el temporal marítimo. En este punto, los vecinos también han adoptado otras medidas encaminadas a paliar el efecto de los torrentes de agua.

Castellón está preparada para las lluvias pero nadie sabe, de momento, su fiereza, que pondrá a prueba los trabajos realizados para tratar de evitar unas inundaciones demasiado habituales en estas fechas.

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