Reportaje:MOTOCICLISMO | Gran Premio de Aragón

Solo Pedrosa inquieta ya a Lorenzo

La caída de Dovizioso en una carrera dominada por Stoner garantiza que uno de los dos españoles será campeón del mundo en la máxima categoría 11 años después de Crivillé

Andrea Dovizioso lo hizo posible. Andaba peleándose con Ben Spies por la quinta posición: el primero le ganaba terreno en la recta; el segundo le tomaba el interior apurando en la frenada: la historia de la batalla Honda-Yamaha este 2010. Y en esas que el italiano se perdió por el camino en la última vuelta, a escasas curvas de la meta. Su caída propicia matemáticamente que España tenga un campeón del mundo tras once años de espera. Claro que nadie se alarmaba. Hasta que Álex Crivillé se proclamó campeón de 500cc en 1999, el motociclismo español solo conocía el éxito en las categorías pequeñas...

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Andrea Dovizioso lo hizo posible. Andaba peleándose con Ben Spies por la quinta posición: el primero le ganaba terreno en la recta; el segundo le tomaba el interior apurando en la frenada: la historia de la batalla Honda-Yamaha este 2010. Y en esas que el italiano se perdió por el camino en la última vuelta, a escasas curvas de la meta. Su caída propicia matemáticamente que España tenga un campeón del mundo tras once años de espera. Claro que nadie se alarmaba. Hasta que Álex Crivillé se proclamó campeón de 500cc en 1999, el motociclismo español solo conocía el éxito en las categorías pequeñas: gracias a Ángel Nieto y sus "doce más uno" títulos en 50cc y 125cc, gracias a Ricardo Tormo, Jorge Martínez Aspar, Sito Pons, Champi Herreros, Emilio Alzamora y el propio Crivillé. Retirado el de Seva apareció Dani Pedrosa y enamoró a los moteros con su elegancia y sus tres títulos (uno en 125cc y dos en 250cc). Más tarde irrumpió en los circuitos un irreverente Jorge Lorenzo, atrevido y ambicioso, bicampeón de 250cc. Ambos, cada uno a su manera, han hecho soñar al aficionado español hasta hoy. Porque hoy, el motociclismo español ya puede celebrar que tendrá un campeón de MotoGP sí o sí 11 años después de Crivillé.

"Ahora tengo que apretar los dientes y aguantar el tirón", señala Lorenzo
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Lorenzo y Pedrosa están firmando una temporada tan brillante -prácticamente perfecta el primero, en una progresión ascendente el segundo- que solo ellos pueden ya proclamarse vencedores. Al mallorquín le sobra, por ejemplo, con no bajarse del podio en las cinco carreras que quedan. Aunque no quiere esperar a Valencia. Como mínimo aspira a celebrar su gran victoria en Estoril, en la penúltima cita. Pero puede hacerlo antes. Gracias a los 56 puntos que mantiene de ventaja sobre Pedrosa, se proclamaría campeón con dos victorias más y un segundo puesto: necesitaría 70 de los 125 puntos que quedan en juego si el catalán ganara de aquí al final del curso las cinco pruebas que quedan. Si Lorenzo está obligado a no cometer errores -es el único que ha puntuado en todas las carreras-, Pedrosa tiene que encontrar la fórmula de arriesgar sin equivocarse.

"No quiero mirar a largo plazo. Prefiero pensar carrera a carrera. Ahora tengo que apretar los dientes y aguantar el tirón", señala Lorenzo, que hasta ayer no se había bajado del podio. Su peor resultado es precisamente el cuarto de Alcañiz. Pedrosa, por su parte, le ha recortado 21 puntos en tres carreras. Pero no piensa en el título, lo ve inalcanzable, casi imposible. Más si, como ayer, un tercero en discordia se apunta a pelear por la victoria.

La prueba la dominó de cabo a rabo, lanzado desde la pole, Casey Stoner. El mismo que no había ganado un gran premio desde el de Malaisia de la temporada pasada. El mismo que dijo que no le gustaba demasiado este trazado: demasiado técnico para él. El mismo que besó el asfalto de los tres primeros circuitos: Qatar, Jerez y Le Mans. El mismo que se cayó en la sesión de calentamiento de ayer por la mañana. Pero las Ducati parecen haber encontrado un paraíso en este nuevo trazado de la Baja Aragón. No solo por su insultante superioridad en el asfalto de Motorland. Sino porque también su compañero, Nicky Hayden, remontó el vuelo: se subió al podio por primera vez este 2010. Lo hizo, muy listo él, tras aguardar vuelta tras vuelta pegado a la moto de Jorge Lorenzo: en la última vuelta, cuando le pisaba los talones, firmó un adelantamiento por el interior en una curva a izquierdas, limpio, fácil. Claro, cuando uno se juega el título no se complica en cerrar las puertas a toda costa: "Tenía miedo de terminar por los suelos, él no tiene nada que perder; yo, mucho".

Pedrosa, por su parte, hizo algo poco habitual en él: errar en la salida. Aquel fallo le resto opciones de ganar la prueba: para él fue la vuelta rápida, pero a pesar de remontar desde la sexta hasta la segunda posición, a pesar de pasar como una exhalación por delante de las narices del líder del Mundial y sacar provecho de la tremenda aceleración de su Honda -una auténtica pesadilla para Lorenzo-, Stoner era ayer inalcanzable. Tan inalcanzable como parecen los 284 puntos que ostenta el líder.MUNDIAL DE

Pedrosa, por delante de Lorenzo, ayer durante el Gran Premio de Aragón.AFP

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