Reportaje:Faltan cuatro días para el Mundial de Turquía

El terremoto Rose

El base, imparable para la defensa española en sus penetraciones, representa la agresividad y velocidad de Estados Unidos

"Este equipo es una máquina", sentenció Chauncey Billups después de asaltar la calurosa Caja Mágica al frente de Estados Unidos. Y la máquina tiene muchos motores. Uno fue Kevin Durant, un jugador de plastilina que volvió loco a sus marcadores porque estaba en todas partes. Otro, un terremoto sobre la pista, fue el base Derrick Rose, imparable para Calderón, Ricky y cualquiera que se le pusiera por delante. Rose tocó la corneta en Estados Unidos, metió los cuatro últimos puntos de su equipo y arrambló con todo. Sus penetraciones a canasta se asemejaron a una esfera de acero derribando bolos. C...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Este equipo es una máquina", sentenció Chauncey Billups después de asaltar la calurosa Caja Mágica al frente de Estados Unidos. Y la máquina tiene muchos motores. Uno fue Kevin Durant, un jugador de plastilina que volvió loco a sus marcadores porque estaba en todas partes. Otro, un terremoto sobre la pista, fue el base Derrick Rose, imparable para Calderón, Ricky y cualquiera que se le pusiera por delante. Rose tocó la corneta en Estados Unidos, metió los cuatro últimos puntos de su equipo y arrambló con todo. Sus penetraciones a canasta se asemejaron a una esfera de acero derribando bolos. Caían los bases, los aleros y hasta los pívots como Marc Gasol. Rose, un dechado de energía, fuerza y explosividad de 21 años y 1,91 metros, llegaba hasta el fondo con el balón estrujado entre sus músculos, impulsado por unas piernas de velocista.

"Es un anotador. No se preocupa de los demás, sino de sus números", dice Loncar
Más información

"Es un jugador atípico que se está poniendo de moda. Les llaman combo porque puede jugar de base o de escolta. Es muy físico, muy anotador", le define el ex jugador Nicola Loncar, comentarista de la NBA; "Rose busca el contacto con Marc y gana el duelo. Es más anotador que tirador. No se preocupa del juego de los otros como hacen Steve Nash o Deron Williams, sino de sus números. No implica a los demás, sino que sale a cancha abierta a meterla hasta abajo. Le falla por eso el juego exterior. Ahora que le aguantan las piernas, casi no tira desde fuera. Su manera de jugar es egoísta, pero es un base bueno para Estados Unidos. Rondo tiene más clase, pero está acostumbrado a jugar con más espacio y, con las reglas europeas, es más limitado. No hay duda, manda Rose".

Rondo, por cierto, no apareció ni un minuto en la pista frente a España. Según el cuerpo técnico de Estados Unidos, no necesitaban verle porque es un jugador experto al que conocen de sobra. Según Rose, Rondo estaba enfermo. El caso es que la batuta la llevó el base de los Bulls de Chicago, el equipo al que ha devuelto a los playoffs de la NBA las dos últimas temporadas -en su primer partido en las eliminatorias finales anotó 36 puntos, la mejor marca de un debutante junto a la de Abdul-Jabbar- y con el que ha sido all star. Con Rondo, Estados Unidos sufrió ante Lituania. Con Rose, fue más agresivo y veloz.

En un conjunto que cocina las canastas en el perímetro, desde fuera hacia dentro, con lanzamientos exteriores o penetraciones, Rose es una carta segura. En 32 minutos ante España, sumó 13 puntos, aunque su voracidad le hizo acumular más pérdidas del balón (seis) que asistencias (tres).

Mañana, frente a Grecia, Estados Unidos tiene su última prueba antes del Mundial. Aunque el técnico, Krzyzewsky, ya sabe que el equipo empieza por Rose.

Una penetración de Derrick Rose.LUIS SEVILLANO

Sobre la firma

Archivado En