Paro y movilidad geográfica
Leo atentamente el editorial de EL PAÍS del 10 de agosto, donde se vincula la falta de movilidad geográfica con la tasa de paro estructural. El caso es que, tras el boom inmobiliario, todos los trabajadores salpicados por la compraventa desmedida (tanto en cantidad como en precios) han quedado ligados a sus hipotecas y lugares de residencia.
Es difícil pagar una hipoteca en un sitio y un alquiler en otro, más viendo el precio de los alquileres, que les queda mucho por bajar para llegar a los niveles europeos. Será que al pagar un alquiler le pagamos la hipoteca a otro, pero esa n...
Leo atentamente el editorial de EL PAÍS del 10 de agosto, donde se vincula la falta de movilidad geográfica con la tasa de paro estructural. El caso es que, tras el boom inmobiliario, todos los trabajadores salpicados por la compraventa desmedida (tanto en cantidad como en precios) han quedado ligados a sus hipotecas y lugares de residencia.
Es difícil pagar una hipoteca en un sitio y un alquiler en otro, más viendo el precio de los alquileres, que les queda mucho por bajar para llegar a los niveles europeos. Será que al pagar un alquiler le pagamos la hipoteca a otro, pero esa no es la cuestión, sino la falta de infraestructura válida para que la citada movilidad geográfica sea efectiva. Tanta hipoteca hace imposible dicha movilidad.