No a los circos con animales
Los animales en los circos están condenados a vivir enjaulados toda su vida. Para amaestrarlos y obligarles a realizar ridículos trucos son maltratados y torturados sin descanso. Siempre están bajo la amenaza de castigos infligidos con descargas eléctricas, golpes, látigos o afilados ganchos que les clavan en las partes más sensibles de su piel, detrás de las orejas, debajo de sus barbillas y sus patas.
Cada comunidad autónoma tiene su propia ley contra el maltrato animal, pero en el caso concreto de los circos esta ley nunca se cumple. Las escasas inspecciones que se hacen a los circos...
Los animales en los circos están condenados a vivir enjaulados toda su vida. Para amaestrarlos y obligarles a realizar ridículos trucos son maltratados y torturados sin descanso. Siempre están bajo la amenaza de castigos infligidos con descargas eléctricas, golpes, látigos o afilados ganchos que les clavan en las partes más sensibles de su piel, detrás de las orejas, debajo de sus barbillas y sus patas.
Cada comunidad autónoma tiene su propia ley contra el maltrato animal, pero en el caso concreto de los circos esta ley nunca se cumple. Las escasas inspecciones que se hacen a los circos no van a evitar nunca el maltrato de estos animales. La vida de un animal en un circo equivale a maltrato.
En otros países como Canadá, Suecia y Dinamarca ya han prohibido los circos con animales. Si el maltrato animal está condenado por ley, ¿por qué no se prohíben los circos con animales cuando se sabe que hay maltrato sistemático en todos ellos?
Existen circos sin crueldad, que incluyen números acrobáticos, musicales y humorísticos que no incorporan animales en sus actuaciones. Los documentales son otra alternativa para conocer mejor a los animales en su hábitat natural.