Detenidos cuatro jóvenes de familias ricas que robaban para sentir "un subidón"

Los jóvenes quedaban de copas y se planteaban los robos como un reto

Lo hacían para probar qué se experimentaba al entrar en una vivienda con sus moradores dentro. Primero, optaron por pisos bajos, pero poco a poco fueron subiendo en el riesgo hasta entrar en chalés de lujo de Majadahonda y Las Rozas. La Guardia Civil ha detenido ahora a estos cuatro jóvenes, con edades entre los 17 y los 21 años, que pertenecen a familias acomodadas de la zona oeste de la región, según informó ayer el instituto armado. Se les imputan 28 robos con fuerza.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de abril, cuando la Guardia Civil recibió varias denuncias de vecinos de...

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Lo hacían para probar qué se experimentaba al entrar en una vivienda con sus moradores dentro. Primero, optaron por pisos bajos, pero poco a poco fueron subiendo en el riesgo hasta entrar en chalés de lujo de Majadahonda y Las Rozas. La Guardia Civil ha detenido ahora a estos cuatro jóvenes, con edades entre los 17 y los 21 años, que pertenecen a familias acomodadas de la zona oeste de la región, según informó ayer el instituto armado. Se les imputan 28 robos con fuerza.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de abril, cuando la Guardia Civil recibió varias denuncias de vecinos de la zona oeste de Madrid. La forma de actuar del grupo siempre era la misma. Accedían a la vivienda por alguna de las ventanas que estuviera abierta y se colaban en su interior lo más silenciosamente posible. Cogían objetos de valor no muy grande como los teléfonos móviles, carteras y algún aparato electrónico pequeño.

Pero poco a poco, fueron cambiando su forma de robar. Preferían viviendas unifamiliares tipo chalés. Gracias a su gran formación física, no dudaban en subir a la primera o segunda planta, escalando por la fachada. Cuando ya se encontraban en el interior, su arrojo les llevaba a abrir la puerta principal de la vivienda y pasar objetos voluminosos a sus compinches que quedaban fuera, como televisiones de plasma o pantallas de ordenador.Durante la investigación la Guardia Civil se encontró con el problema de que los ladrones no estaban fichados y no dejaban pistas que permitieran su detención, por lo que se centró en el rastro que dejaban los objetos robados. Investigó en el mercado de segunda mano. La localización de un teléfono móvil robado por estos ladrones dio la primera pista que permitió tirar poco a poco del grupo hasta identificar a sus cuatro integrantes. Se trata de jóvenes de entre 17 y 21 años. El menor de edad cumplió la mayoría hace 10 días, según fuentes del Área de Investigación de la Guardia Civil en Majadahonda.

Los chavales se conocieron en la zona de copas del municipio majariego. Tienen sus domicilios en Majadahonda, Boadilla del Monte y en la urbanización de Villafranca del Castillo (Villanueva de la Cañada). Pertenecen a familias acomodadas y sin problemas estructurales, que se quedaron atónitas al ser informadas de la detención de sus hijos.

Fuentes de la investigación explicaron que los cuatro jóvenes quedaban por la noche para ir de copas y se planteaban los robos como un reto y sobre la marcha. Deambulaban por lugares conocidos por ellos hasta que encontraban una casa que les parecía propicia y entraban en ella. En alguna ocasión incluso, robaron a sus propios vecinos de urbanización, sin que, lógicamente, estos sospechasen de ellos. Si no encontraban una ventana o la puerta de acceso abierta, forzaban la entrada o rompían un cristal intentando no levantar mucho alboroto. Jamás se enfrentaron a los moradores de las viviendas que robaron ni utilizaron la violencia contra las personas.

Los propios detenidos confesaron a los investigadores de la Guardia Civil que habían cometido los robos para ver qué se experimentaba con estas acciones y que, una vez que lo probaron, les gustó "el subidón", por lo que decidieron repetir su ilícita diversión. También, reconocieron que no lo hacían con la intención de lucrarse con la venta de los objetos que sustraían. En más de una ocasión, los regalaban a sus amigos y conocidos para mostrar así los trofeos de sus robos. En el garaje de uno de los detenidos, se halló parte del botín que habían sustraído desde el comienzo de sus actividades. Había pantallas de televisión, ordenadores, relojes, teléfonos móviles y otro material electrónico. Su análisis ha permitido imputarles hasta la fecha 28 delitos contra el patrimonio. El último asalto lo cometieron a finales de mayo.

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Todos los detenidos son de nacionalidad española. Las detenciones de tres de ellos se produjeron el pasado 2 de junio y la del último, el pasado martes día 29. Los mayores de edad han ingresado en prisión provisional tras pasar a disposición judicial, mientras que el que era menor de edad se encuentra en un centro de internamiento, según informó el instituto armado.

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