Bob Dylan, sólo para 5.000

Bob Dylan, el viejo gruñón, aquel que un día dejó de ser simpático, el cronista de nuestros tiempos, vuelve hoy a pisar Barcelona, en concierto único. Lo hará esta noche (21.30 horas) en el Poble Espanyol, el mismo escenario que le acogió hace seis años y que escoge a propósito por su aforo limitado, apenas 5.000 personas. Huelga decir que las entradas están agotadas (la mitad se vendieron en las seis primeras horas de ponerse a la venta en pasado marzo). Luego sigue su gira en Vitoria, donde actuará el sábado en el festival Azkena Rock.

Serán estas sus dos únicas actuaciones españolas ...

Bob Dylan, el viejo gruñón, aquel que un día dejó de ser simpático, el cronista de nuestros tiempos, vuelve hoy a pisar Barcelona, en concierto único. Lo hará esta noche (21.30 horas) en el Poble Espanyol, el mismo escenario que le acogió hace seis años y que escoge a propósito por su aforo limitado, apenas 5.000 personas. Huelga decir que las entradas están agotadas (la mitad se vendieron en las seis primeras horas de ponerse a la venta en pasado marzo). Luego sigue su gira en Vitoria, donde actuará el sábado en el festival Azkena Rock.

Serán estas sus dos únicas actuaciones españolas en una gira que empezó el 29 de mayo en Atenas y terminará el 4 de septiembre en Seattle. Por el camino, más de una treintena de conciertos.

Pese a que la excusa es presentar Together Through Life, apenas interpreta canciones de su último disco en sus repertorios, que, como ya es habitual en Dylan, varían en cada actuación. Así, mientras que el primer tramo de la gira incluía cinco canciones clásicas (It's all over now baby blue, Just like a woman, Highway 61 revisited, Like a Rolling Stone, Blowin in the wind) de las 16 que viene interpretando, en su último concierto hasta hoy (Niza, 22 de junio), esta cifra subió hasta siete: I'll be your baby tonight, Just like a woman, Tangled up in blue, Highway 61 revisited, Masters of war, Like a Rolling Stone y All along the watchtower. En esta misma actuación, solo sonó Jolene de su último disco. De todas maneras, Dylan puede dar la vuelta a este repertorio mostrando de nuevo que en él nada, excepto su gesto hosco, resulta previsible.