Honduras en el ordenador

Del Bosque era muy consciente de que contra Suiza, el poderío de los dos centrales, Senderos y Grichting, desaconsejaba lanzar los córners buscando un remate directo, así que ordenó un aclarado -cuatro jugadores amagaron el remate y arrastraron a la defensa- para que Xabi Alonso rematara desde la corona del área. El balón se estrelló en el larguero. "Sabemos que los detalles deciden partidos", asume Del Bosque, que maneja exhaustiva información sobre los rivales, fruto de un trabajo de meses realizado por Paco Jiménez y los dos ojeadores de su equipo. Además, cuentan con la ayuda inestimable d...

Del Bosque era muy consciente de que contra Suiza, el poderío de los dos centrales, Senderos y Grichting, desaconsejaba lanzar los córners buscando un remate directo, así que ordenó un aclarado -cuatro jugadores amagaron el remate y arrastraron a la defensa- para que Xabi Alonso rematara desde la corona del área. El balón se estrelló en el larguero. "Sabemos que los detalles deciden partidos", asume Del Bosque, que maneja exhaustiva información sobre los rivales, fruto de un trabajo de meses realizado por Paco Jiménez y los dos ojeadores de su equipo. Además, cuentan con la ayuda inestimable de Antonio Fernández, que controla el tema audiovisual editando los vídeos que ofrecen al equipo para que tenga toda la información posible antes de cada partido.

De hecho, el pasado miércoles, Paco Jiménez y Antonio Fernández se desplazaron a Nelspruit a cerrar el informe sobre Honduras, viendo en vivo el duelo contra Chile. Lo hicieron en una avioneta de cuatro plazas, junto al piloto y un miembro del equipo de seguridad que vela por la selección, apretados como sardinas. El vuelo no duró más de hora y media y, aunque está más que acostumbrado a volar, Jiménez, que trabaja con Del Bosque desde las divisiones inferiores del Madrid, se mareó. Pasaron un mal trago, pero no había otro remedio: tenían que terminar un informe que comenzó el mismo día que el sorteo en Ciudad del Cabo decidió los grupos. El estudio no se olvidó de los posibles rivales en octavos (Portugal, Brasil y Costa de Marfil). Saber de Honduras ha planteado ciertas dificultades, porque evidentemente no es tan fácil conseguir información del conjunto centroamericano como de Alemania, pero se han visto los últimos cinco partidos, todos los que se han conseguido de la fase de clasificación y además se ha visitado individualmente a los tres futbolistas que juegan en la Premier -Figueroa y Thomas (Wigan) y Palacios (Tottenham)- y a Bernárdez, del Anderlecht.

Del Bosque tiene a Honduras metido en un ordenador. A grandes rasgos, en el cuerpo técnico se da por hecho que es una selección respetable que como España se juega todas sus opciones en este encuentro, tras ser derrotada por Chile. Honduras no tiene nada que perder, pero tampoco se espera que sorprendan por su sistema de juego, ya que no tienen excesivas variantes. En la alineación viene jugando Valladares de portero, Sabillón dejó su puesto a Mendoza por lesión y no se le espera y Bernárdez juega más que Chávez como pareja de Figueroa en el centro de la defensa, acompañado del lateral izquierdo, Izaguirre. Los dos mediocentros son Palacios y Guevara, y Álvarez, un incordio, es la referencia por la banda derecha; Espinosa se abre por la izquierda, Nuñez juega de enganche y en punta normalmente figura Pavón. Honduras puede variar jugadores, pero no el dibujo: son fuertes y manejan bien la estrategia, porque tienen altura y un buen lanzador.

Todo eso lo sabe Del Bosque y lo sabrán a partir de hoy los jugadores, que volverán a entrenarse por la tarde. El cuerpo técnico ha modificado los horarios para que la plantilla se acostumbre a las temperaturas nocturnas, así que por la mañana, tras el gimnasio, habrá charla. Se trata de ofrecer, con imágenes, no más de ocho, la información suficiente que resuma la manera de jugar de Honduras. En definitiva, una pequeña presentación jugador por jugador, y finalmente, todas las jugadas de estrategia que maneja el rival. Nada nuevo. Pero ante una final, nada puede quedar al azar.