Análisis:AL QUITE | SUDÁFRICA 2010 | Brasil - Corea del Norte

Dunga no negocia su sistema

Ganó Brasil, pero no pasamos un buen rato. La selección tuvo más problemas de los esperados para superar a un rival que solo intentó defenderse y que mostró que aún hay mucho por mejorar. Con todo, estoy confiado. El equipo tiene problemas que ya conocíamos de antemano. Tenemos bastantes jugadores de corte defensivo y tan solo tres que juegan más o menos libres en el ataque, pero también creo que Brasil irá a más en cuanto algunos futbolistas del once base de Dunga se adapten a su papel.

Es el caso de Felipe Melo, que ayer estuvo demasiado atrás, preocupado de aguantar la posición con G...

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Ganó Brasil, pero no pasamos un buen rato. La selección tuvo más problemas de los esperados para superar a un rival que solo intentó defenderse y que mostró que aún hay mucho por mejorar. Con todo, estoy confiado. El equipo tiene problemas que ya conocíamos de antemano. Tenemos bastantes jugadores de corte defensivo y tan solo tres que juegan más o menos libres en el ataque, pero también creo que Brasil irá a más en cuanto algunos futbolistas del once base de Dunga se adapten a su papel.

Es el caso de Felipe Melo, que ayer estuvo demasiado atrás, preocupado de aguantar la posición con Gilberto Silva. Son jugadores diferentes. Gilberto es de toque corto, un centrocampista de contención atento a las coberturas; Melo tiene más cualidades para llegar y debe intentarlo más porque reúne calidad y disparo.

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Con Melo en posiciones más ofensivas, el equipo tendría más hombres cerca del área. Ocurrió en la segunda parte, en la que sobre todo se mejoró en cuanto al movimiento del balón. Las transiciones fueron más rápidas y hubo más velocidad en la salida desde atrás. Fue entonces cuando aparecieron los espacios. Falta por ajustar la aportación de Kaká. Comenzó participativo, pero pronto se vio que estaba demasiado estático en la mediapunta. Antes del descanso cayó en un par de ocasiones hacia la izquierda, debió intentarlo más. Una cosa está clara, el sistema es el que es y por ahí no podemos negociar. Dunga tiene claro que el equipo tiene que armarse con bastantes jugadores por detrás de la pelota. Ahora es preciso tener frescura para interpretar ese sistema y generar las apariciones por sorpresa de hombres como Bastos o Maicon, que ayer fueron de lo mejor del equipo.

Maicon destacó sobre los demás, pero también Robinho. Tengo mucha fe en él. Se siente importante y quiere ser uno de los mejores jugadores del Mundial.

Fueron los que aportaron algo diferente y le dieron salida a un equipo que juega sin extremos. Esa es una variante que echo de menos, sobre todo ante rivales que se defienden con 10 hombres atrás. En la primera parte habría sido una solución porque, al descanso, Brasil había tirado nueve veces a puerta, pero no había dejado sensación alguna de peligro: no hubo ocasiones claras para marcar.

Ya al final, con el marcador a favor, Dunga dio minutos a Dani Alves, que puede ser una alternativa buena cuando los partidos se atascan para doblar con Maicon y buscar superioridad por los flancos. Son ajustes que, estoy convencido, Dunga tiene en la cabeza. Es una persona con mucha experiencia. Sabe que un Mundial no se gana en el primer partido y que hay que ir creciendo. Nadie llega y hace una exhibición de fútbol de ataque. Hasta ahora, solo Alemania y Argentina a ratos y de la mano de Messi. Brasil debe ir a más porque, además, el nivel de exigencia sube: el domingo tendremos enfrente a Costa de Marfil, que tiene más recursos que Corea del Norte, gente fuerte, rápida, con calidad, que también corre los 90 minutos, pero que ya está contrastada en las mejores Ligas. Es preciso mejorar.

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