Acuerdo en bonificaciones, jóvenes y modelo alemán
Pasada la media noche, los negociadores dejaron fuera de la mesa el plan juvenil de empleo, las bonificaciones y el modelo alemán. Eran los puntos donde no había discrepancia, no tenía sentido hablar sobre ellos, mejor -aunque vano al final- centrarse sobre las discrepancias.
Para el plan juvenil, el primer texto que el Ejecutivo entregó a los agentes sociales recogía la ampliación del límite de edad para los contratos de formación (el de quienes no tienen ningún tipo de formación) hasta los 24 años y la supresión temporal de las cotizaciones sociales de empresas y trabajadores. También...
Pasada la media noche, los negociadores dejaron fuera de la mesa el plan juvenil de empleo, las bonificaciones y el modelo alemán. Eran los puntos donde no había discrepancia, no tenía sentido hablar sobre ellos, mejor -aunque vano al final- centrarse sobre las discrepancias.
Para el plan juvenil, el primer texto que el Ejecutivo entregó a los agentes sociales recogía la ampliación del límite de edad para los contratos de formación (el de quienes no tienen ningún tipo de formación) hasta los 24 años y la supresión temporal de las cotizaciones sociales de empresas y trabajadores. También contemplaba un programa de formación que sería financiado al 60% por la Administración estatal y un 40% por las comunidades autónomas, y contendría medidas de orientación profesional.
Por lo que respecta a las bonificaciones, el Ministerio de Trabajo proponía centrarlas especialmente sobre dos colectivos: jóvenes sin formación de menos de 30 años con más de un año en paro y mayores de 45 que también sean parados de larga duración. También se mantenían las subvenciones a la contratación para empresas de inserción laboral y víctimas de violencia de género. Asimismo, los planes del Gobierno para las bonificaciones contemplaban la evaluación del programa hasta finales de 2011.
El tercer punto de acuerdo es el ya famoso modelo alemán que consiste en facilitar la reducción de jornada combinada con la prestación por desempleo, un mecanismo que ha permitido a Alemania contener y reducir el paro durante la crisis. Los límites de la reducción horaria se establecían en un mínimo del 10% de la jornada laboral y un máximo de 70%.
Al mismo tiempo se abría la puerta a una mayor participación de los sindicatos en las empresas que no tienen representantes de los trabajadores. No hay cambios en uno de los puntos que reclamaban las centrales sindicales, las prestaciones por desempleo de las personas afectadas.