Reportaje:

"A mí nadie me va a tomar el pelo"

Moratti endurece las negociaciones con el Madrid al no perdonar los 16 millones de la cláusula de rescisión de Mourinho

José Mourinho se pasó ayer por la mañana por la Pinetina, la ciudad deportiva del Inter, para recoger sus cosas y despedirse de los empleados. La noche anterior cenó en casa de Massimo Moratti. Cuatro días después de que anunciara a todos los medios que se iba a marchar de Italia, también se lo comunicó al máximo mandatario del Inter. Es su jefe y era el único con el que no había hablado todavía.

"La relación se ha terminado, ahora veremos lo que hay que hacer...", comentó Moratti en la medianoche del martes tras salir de la reunión con el portugués. Lo que hizo Mourinho fue vaciar los ...

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José Mourinho se pasó ayer por la mañana por la Pinetina, la ciudad deportiva del Inter, para recoger sus cosas y despedirse de los empleados. La noche anterior cenó en casa de Massimo Moratti. Cuatro días después de que anunciara a todos los medios que se iba a marchar de Italia, también se lo comunicó al máximo mandatario del Inter. Es su jefe y era el único con el que no había hablado todavía.

"La relación se ha terminado, ahora veremos lo que hay que hacer...", comentó Moratti en la medianoche del martes tras salir de la reunión con el portugués. Lo que hizo Mourinho fue vaciar los cajones de la Pinetina. Lo que hizo Moratti fue charlar con sus hombres de mercado para buscar un sustituto en el banquillo. Mientras, Jorge Mendes, apoderado de Mourinho, voló a Milán para reunirse con Rinaldo Ghelfi -la mano derecha del presidente, la persona que se encarga de todos los contratos del club- para negociar la salida de Mourinho. "A mí nadie me va a tomar el pelo", declaró Moratti tras la cena con el técnico. El presidente del club pretende que se le pague la cláusula de rescisión de 16 millones que Mourinho firmó en 2008. Y, esta vez, no parece que esté dispuesto a perder dinero perdonándosela. Es más, según la Gazzetta dello Sport, Moratti pretende que, además de Maicon -que lleva pidiendo una subida de sueldo día sí y otro también- se lleve también a Quaresma. Mourinho se empeñó en fichar al extremo portugués: el club se gastó 25 millones de euros y nunca cuajó. A los seis meses se marchó cedido al Chelsea y regresó a final de temporada. En dos años ha disputado 1.556 minutos.

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Hasta que el técnico no se desvincule del Inter, el Madrid no le citará para que firme su nuevo contrato. En las oficinas del Bernabéu esperan cerrar hoy el asunto. Pero Moratti ayer dejó entender todo lo contrario. "Las negociaciones ni siquiera han empezado y hoy tampoco será el día decisivo", dijo a la salida de la sede del Inter. Pellegrini, por su parte, sigue a la espera de una llamada de Jorge Valdano. El representante del chileno, Jesús Martínez, dijo ayer que no se la ha comunicado todavía la fecha para firmar el finiquito. Pellegrini firmó por dos años, por lo que el Madrid -que en su día pagó una cláusula de cuatro millones para que se desvinculara del Villarreal- tendrá que abonarle un año (cuatro millones). A eso hay que sumar los 16 que pide Moratti y lo que cobrará Mou (unos 10 por temporada).

Moratti felicita a Mourinho en las gradas del Bernabéu tras ganar la Copa de Europa.REUTERS

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