Cartas al director

Espectáculo feroz

El torero empitonado por el toro cuya asta entra por la garganta y asoma varios centímetros por la boca... ¡Qué imagen terrible para un grabado de Goya! Pero antes de nada quiero hacer votos para que el hombre que ahora sufre en un hospital salve su vida. ¿Podemos seguir admitiendo un espectáculo feroz en el que ocurren estas cosas? ¿Se justifica por el hecho de que unos pocos hagan un buen negocio con ello o porque sea una tradición?

Los 1.000 toros que mueren cada año en España a base de estocadas y lanzazos, mientras el vocerío se revuelve en las gradas puede ser, en efecto, un espec...

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El torero empitonado por el toro cuya asta entra por la garganta y asoma varios centímetros por la boca... ¡Qué imagen terrible para un grabado de Goya! Pero antes de nada quiero hacer votos para que el hombre que ahora sufre en un hospital salve su vida. ¿Podemos seguir admitiendo un espectáculo feroz en el que ocurren estas cosas? ¿Se justifica por el hecho de que unos pocos hagan un buen negocio con ello o porque sea una tradición?

Los 1.000 toros que mueren cada año en España a base de estocadas y lanzazos, mientras el vocerío se revuelve en las gradas puede ser, en efecto, un espectáculo, como el que se celebraba antiguamente por medio de gladiadores cuya suerte dependía de que un dedo se alzase o no. Un espectáculo triste y feroz.

La llamada "fiesta de los toros" acabará, tarde o temprano pero se acabará, al menos en su versión actual, como se han acabado otras. En Portugal no se sacrifica al animal; los forcados se enfrentan al bicho en buena lid, sin sangre, sin ventaja... y puede entenderse que el toro es un animal que está enraizado en las culturas mediterráneas, pero no para acribillarlo. ¡Ojalá los toros se volvieran mansos, para ver si los seres humanos se vuelven realmente humanos.

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