Columna

¡Aúpa Atleti!

La italianización de España ya es un hecho. Era de esperar, somos primos hermanos. Un delincuente como Correa sienta en el banquillo a un juez, y gana. Camps saca pecho, al más puro estilo berlusconiano, mientras Barberá le abre paso en plan matona de discoteca y Aguirre advierte de que la corrupción es inherente a las instituciones. El Poder Judicial se ensaña con Garzón hasta un límite que desborda el Estado de derecho, porque una cosa es procesarle y otra forzar y precipitar cualquier procedimiento útil para hacerle la vida imposible. Si a él no le dejan ni vivir ni trabajar donde quiere, ¿...

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La italianización de España ya es un hecho. Era de esperar, somos primos hermanos. Un delincuente como Correa sienta en el banquillo a un juez, y gana. Camps saca pecho, al más puro estilo berlusconiano, mientras Barberá le abre paso en plan matona de discoteca y Aguirre advierte de que la corrupción es inherente a las instituciones. El Poder Judicial se ensaña con Garzón hasta un límite que desborda el Estado de derecho, porque una cosa es procesarle y otra forzar y precipitar cualquier procedimiento útil para hacerle la vida imposible. Si a él no le dejan ni vivir ni trabajar donde quiere, ¿qué no harán con nosotros? Sólo falta que aparezca un cadáver en un maletero, pero todo se andará.

Mientras tanto, Zapatero defrauda a sus electores para nada. Los del "No nos falles" de 2004, estaban el viernes pasado en el mismo lugar, Génova, convocados de la misma manera, por SMS, manifestando con la misma espontaneidad su indignación. Pero ahora no hay nadie para recoger su rabia, para convertirla en energía. ZP se ha entregado a los mercados en vano. La Bolsa sigue bajando, porque no le quiere en el poder. Y él se falla a sí mismo, hundiendo a quienes no podrán seguir apoyándole.

Sus enemigos mediáticos le echan un capote, eso sí. La dignidad de España está en la calle, pero en la calle sólo hay titiriteros, payasos, irresponsables, golpistas y terroristas. No existe otra democracia en el mundo donde una manifestación contra la impunidad de una dictadura se haya considerado antidemocrática. La libertad de expresión se tambalea, la de opinión peligra, las querellas se lanzan como cuchillos y la manipulación informativa rebasa los límites del virtuosismo. ¿Algo más? Sí. Mi equipo, el de los perdedores, ha ganado la Europa League. Eso es lo único que ningún juez podrá quitarme, así que, siempre, y para siempre... ¡Aúpa Atleti!

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