Entrevista:TROTAMUNDOS | Ledicia Sola - Actriz | EL VIAJERO HABITUAL

Aleteos en el torreón

La actriz orensana Ledicia Sola, una de las protagonistas de la serie Gran Reserva que emite TVE-1, rememora un viaje un tanto accidentado por Italia.

¿Una travesía peliaguda?

El viaje arrancó en Urbisaglia, un pueblo en la región de Macerata. La idea era representar una función en su antiguo anfiteatro

romano y luego pasar unos días recorriendo el país. La ciudad no es nada especial, pero cerca hay sitios estupendos;

Civitanova Marche, Porto Recanati, Loreto, con su famoso santuario?

Suena fenomenal.

Lo malo fue que me hice un esg...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La actriz orensana Ledicia Sola, una de las protagonistas de la serie Gran Reserva que emite TVE-1, rememora un viaje un tanto accidentado por Italia.

¿Una travesía peliaguda?

El viaje arrancó en Urbisaglia, un pueblo en la región de Macerata. La idea era representar una función en su antiguo anfiteatro

romano y luego pasar unos días recorriendo el país. La ciudad no es nada especial, pero cerca hay sitios estupendos;

Civitanova Marche, Porto Recanati, Loreto, con su famoso santuario?

Suena fenomenal.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Lo malo fue que me hice un esguince de tobillo y en Urbisaglia no pudieron atenderme. El hospital más cercano estaba a 40 kilómetros, y debido al mal estado de las carreteras tardamos hora y media en llegar.

Literalmente, empezó usted con mal pie.

Se me ocurrió visitar Perugia con las muletas. Es una ciudad maravillosa, pero completamente empedrada y llena de cuestas y escaleras. Al final del día, no sabía si me dolían más los brazos o el pie.

Supongo que el martirio le duró el resto del viaje.

Mi consuelo fue que nos invitaron a pasar unos días en una casa rural en un pueblo diminuto cerca de Roma cuyo nombre ni recuerdo. Estaba encantada por no tener que estar con las muletas de un lado para otro. Además, a una amiga y a mí nos tocó dormir en un torreón precioso.

Un descanso merecido.

No tanto. En mitad de la primera noche empezamos a oír unos ruidos extraños. Aguzamos el oído y descubrimos que se trataba como de un aleteo: ¡Eran murciélagos!

¡Y usted con muletas!

Dio igual; salimos escopetadas de ahí. A la mañana siguiente me atreví a entrar en el torreón; entre mi cama y la pared había cuatro murciélagos durmiendo plácidamente con los colmillitos al aire.

Espero que el final del viaje fuera menos accidentado.

Bueno? el vuelo de vuelta a España se retrasó diez horas en Roma. Pensamos en ir a pasear por la ciudad hasta coger

el avión?, pero decidimos quedarnos en Fiumicino. Para no tentar más a la suerte.

La actriz Ledicia Sola

Archivado En