Reportaje:EMPRESAS

Las máquinas se hablan con Domoblue

La empresa valenciana ha instalado su sistema en 58 ciudades, en muchas para controlar el parque de bicis

Que una máquina hable a otra máquina. Eso es, en esencia, lo que hacen los dispositivos desarrollados por Domoblue, una empresa valenciana que propone soluciones basadas en tecnología M2M (machine to machine) o lo que es lo mismo: que dos máquinas puedan comunicarse entre sí.

Según Javier Rodríguez, padre tecnológico del software de Domoblue, "se trata de facilitar la comunicación entre dos terminales (una PDA, mando a distancia, teléfono móvil, ordenador) a través de un servidor. Así podrá conocerse, por ejemplo, la situación o estado de una persona o de un objeto".
...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Que una máquina hable a otra máquina. Eso es, en esencia, lo que hacen los dispositivos desarrollados por Domoblue, una empresa valenciana que propone soluciones basadas en tecnología M2M (machine to machine) o lo que es lo mismo: que dos máquinas puedan comunicarse entre sí.

Según Javier Rodríguez, padre tecnológico del software de Domoblue, "se trata de facilitar la comunicación entre dos terminales (una PDA, mando a distancia, teléfono móvil, ordenador) a través de un servidor. Así podrá conocerse, por ejemplo, la situación o estado de una persona o de un objeto".

El objeto bien puede ser una bici de alquiler o la gestión de todo un servicio de alquiler de bicicletas, como el que Domoblue ha desarrollado para el Ayuntamiento de Albacete. "Para nosotros es un contrato muy importante, puesto que ahora el mercado nos conoce". Y así es. Después de Albacete, Domoblue ha montado operativos similares en 58 ciudades españolas. "Además han contactado con nosotros empresas e instituciones de Europa, Israel, América Latina...".

Recarga por vía remota

El sistema no puede ser más sencillo. "Tan sólo hay que mandar un mensaje a través de un teléfono móvil para que, desde el centro de control del servicio, se libere el candado. Lo único que tiene que hacer el usuario es darse de alta en el servicio. Además, si hablamos de bicicletas eléctricas, también podemos facilitar que la batería comience a recargarse en el puesto, equipado con placas solares, desde que se cierra el candado".

Pero el sistema de Domoblue no empieza y acaba en el candado. Instalado en la propia bicicleta, permite detectar de forma remota movimientos bruscos realizados con el vehículo. "En realidad, un dato que puede alertar sobre un mal uso, caída... y que remite inmediatamente a un aviso a la organización".

De ahí a explorar otras posibles aplicaciones de la tecnología desarrollada por Domoblue va poco trecho: un excursionista que sufre un accidente en la montaña, un anciano que vive solo y se cae en casa, control remoto de máquinas expendedoras, personas que sufren violencia por parte de su pareja.

José Ramón Castellar, director general de Domoblue, explica: "Sin pensar mucho, podemos dar hasta 200 posibles usos de nuestra aplicación, como el Domoblue M2M People, un aparato más pequeño que una tarjeta de crédito y que permite localizar a quien lo posea". Se trata de un localizador, adscrito a un teléfono móvil y un GPS, que ubica al cliente en un panel de control web que enlaza con páginas de mapas.

"El hecho de que la comunicación se haga a través, por ejemplo, del móvil ahorra costes de reposición de pantallas, lectores de tarjetas magnéticas dañados por vandalismo callejero", como el coste asociado al envío de datos.

"Nosotros podemos programar nuestros terminales para que, discriminando la información recibida, tan sólo envíen al cliente los datos que solicite, al canal que quiera...", dice Castellar. "De esta forma, coste del terminal aparte (en torno a 130 euros), el suscriptor del servicio tan sólo tendrá que abonar el coste del mensaje enviado".

Domoblue ha firmado un contrato de colaboración con Atos Origin, multinacional de servicios asociados a tecnologías de la información. El acuerdo facilitará a Domoblue prospecciones de mercado más profundas.

DOMOBLUE: www.domoblue.com

De izquierda a derecha, José Ramón Castellar y Javier Rodríguez.P. V.

Archivado En