El Obispado de Lugo insiste en denunciar a los vecinos de Ribadulla

El Obispado de Lugo pleiteará con todas las consecuencias para acreditar como suya la titularidad de una parcela anexa a la rectoral de Ribadulla, que los vecinos de este municipio coruñés de Santiso consideran que les pertenece. Los parroquianos están convencidos de que el recorrido judicial será largo, porque "ellos [por la Diócesis] quieren que sirvamos de ejemplo para que nadie se les rebote", explicó Luis, uno de los portavoces.

La Diócesis, que tiene como prelado a Alfonso Carrasco Rouco, dejó claro ayer que no cederá en sus intenciones, cuando en el Juzgado de Instrucción número ...

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El Obispado de Lugo pleiteará con todas las consecuencias para acreditar como suya la titularidad de una parcela anexa a la rectoral de Ribadulla, que los vecinos de este municipio coruñés de Santiso consideran que les pertenece. Los parroquianos están convencidos de que el recorrido judicial será largo, porque "ellos [por la Diócesis] quieren que sirvamos de ejemplo para que nadie se les rebote", explicó Luis, uno de los portavoces.

La Diócesis, que tiene como prelado a Alfonso Carrasco Rouco, dejó claro ayer que no cederá en sus intenciones, cuando en el Juzgado de Instrucción número 1 de Arzúa se celebró una audiencia previa al juicio en el que se dirimirá la titularidad de los 2.462 metros cuadrados. La práctica totalidad de los habitantes de Ribadulla, 59, están denunciados nominalmente por el Obispado. Son todos aquellos que en su día vendieron el terreno ahora litigado a la asociación que los representa.

En las dependencias judiciales de Arzúa estaba previsto que quedara fijada la fecha para la vista oral, pero no fue posible, ya que las partes o bien aportaron nueva documentación o bien realizaron impugnaciones, lo que demorará el juicio.

Ahora, la justicia tendrá que nombrar un perito calígrafo para acreditar la veracidad de la firma de un documento firmado por cinco vecinos que en su día solicitaron al obispado la cesión de la polémica parcela para celebrar la fiesta patronal. Se da la circunstancia de que cuatro de ellos fallecieron, por lo que el letrado que defiende los intereses de la iglesia ha requerido sus últimas voluntades para cotejar las firmas. Esta misma parte solicitó la concurrencia de otro perito judicial, en este caso un ingeniero técnico agrícola, para realizar mediciones sobre la misma parcela.

Aunque enojados por lo que están padeciendo, los vecinos bromean con la situación que se vivirá cuando se celebre el juicio. "Puede durar más que la vista del Gürtel", ironizó el mismo portavoz. Y es que ese día las dependencias judiciales de Arzúa se verán colapsadas por 59 personas denunciadas, más once testigos propuestos por los vecinos de Ribadulla y otros dos del Obispado.

La reivindicación de la parcela comenzó cuando un representante de una inmobiliaria ofreció 35.000 euros por la casa rectoral, en ruinas, pero para comprarla exigía que en el lote fuese también el campo de la fiesta, según una versión de los vecinos, que consideran que ese terreno es de su propiedad desde 1967. El terreno fue la compensación que recibió el pueblo trasladado al alto tras la inundación del valle, cuando la Hidroeléctrica Moncabril construyó el embalse de Portodemouros

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