Cae una banda de proxenetas en el polígono Marconi

Una banda, formada por 13 personas, obligó durante meses a unas 80 mujeres a ejercer la prostitución en el polígono industrial de Marconi (Villaverde). Los integrantes del grupo, que han sido detenidos por la policía, no dudaban en emplear las amenazas y las agresiones físicas para intimidar a las mujeres, según informó ayer la Dirección General de la Policía. Además, cobraban a aquellas mujeres que no tenían proxeneta y buscaban clientes en el polígono.

Al frente de la organización estaba Dorel Inocentiu H., un rumano de 37 años conocido como el señor del polígono. La principal ...

Una banda, formada por 13 personas, obligó durante meses a unas 80 mujeres a ejercer la prostitución en el polígono industrial de Marconi (Villaverde). Los integrantes del grupo, que han sido detenidos por la policía, no dudaban en emplear las amenazas y las agresiones físicas para intimidar a las mujeres, según informó ayer la Dirección General de la Policía. Además, cobraban a aquellas mujeres que no tenían proxeneta y buscaban clientes en el polígono.

Al frente de la organización estaba Dorel Inocentiu H., un rumano de 37 años conocido como el señor del polígono. La principal actividad de la banda consistía en recaudar el dinero de las mujeres obligadas por ellos a ejercer la prostitución, entre las que había dos menores. También amenazaban a otras que se prostituían en la zona al margen de esta red. Les cobraban 100 euros a la semana por buscar clientes en el barrio que ellos controlaban.

El jefe de la organización de proxenetas ordenaba a sus compinches distintas funciones para obtener de forma ilícita grandes cantidades de dinero. Los integrantes de la banda transportaban en sus vehículos particulares a las mujeres desde sus domicilios hasta el polígono y controlaban sus actividades. Dorel Inocentiu hacía la recaudación los fines de semana y apuntaba los ingresos en una libreta de bolsillo.

Los agentes de la Unidad contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsificación (UCRIF) de la Comisaría General de Extranjería y sus homólogos de la Brigada Provincial vigilaron y siguieron a los integrantes de la banda hasta que los identificaron a todos. También controlaron sus vehículos y los domicilios, pese a que los cambiaban cada cierto tiempo para dificultar que los descubrieran. La policía detuvo a los 13 integrantes de la banda, a los que acusa de delitos relativos a la prostitución, asociación ilícita para delinquir y corrupción de menores. Los agentes liberaron a las dos menores rumanas y registraron dos domicilios de Madrid.