Tentaciones
Entrevista:CINE

"Llámame cacho de carne"

Las chicas que trabajaron con Channing Tatum dan demasiados rodeos. "Es un caballero", apunta la supermodelo reciclada en actriz Karolina Kurkova. "Es tan simpático…", opina Sienna Miller. "Un verdadero encanto", añade Amanda Seyfried. Sólo el propio Tatum llama a las cosas por su nombre: "¡Llámame cacho de carne!". Así se reafirma este ejemplar de 29 años, facciones afiladas y un porte de modelo de Abercrombie and Fitch. Puro sexo.

Efectivamente, Tatum es el primero en reírse de sí mismo. Quiere dejar claro que es algo más que un cuerpo, pero tampoco reniega de él. "Supongo que gané en...

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Las chicas que trabajaron con Channing Tatum dan demasiados rodeos. "Es un caballero", apunta la supermodelo reciclada en actriz Karolina Kurkova. "Es tan simpático…", opina Sienna Miller. "Un verdadero encanto", añade Amanda Seyfried. Sólo el propio Tatum llama a las cosas por su nombre: "¡Llámame cacho de carne!". Así se reafirma este ejemplar de 29 años, facciones afiladas y un porte de modelo de Abercrombie and Fitch. Puro sexo.

Efectivamente, Tatum es el primero en reírse de sí mismo. Quiere dejar claro que es algo más que un cuerpo, pero tampoco reniega de él. "Supongo que gané en la lotería genética" es su argumento. Así que llámale cacho de carne y dale lo que pide. Porque no tiene complejos y lo que le ponen son las películas de acción, pero, como todos los chicos guapos de su generación, también está ávido de papeles con más carne que la de su anatomía. Como el de Querido John, un dramón romántico de 10 sobre 10 en la escala kleenex dirigido por Lasse Hallström (¿A quién ama Gilbert Grape?, Chocolat) en el que interpreta a un soldado enamorado. "Ya es el tercer soldado de mi carrera, pero en esta ocasión, como John es un taciturno, lo difícil fue quedarme quieto. Porque

"Supongo que gané en la lotería genética", bromea el actor de Alabama

yo hablo con las manos, me gusta moverme, el baile, la acción. Es cosa de los nervios", dice con una verborrea imparable.

En el instituto, Tatum se metía constantemente en problemas y encontró en los deportes una vía de escape. Del mismo modo, la interpretación fue su forma de soltar toda la energía que llevaba dentro en sus años de inmovilidad como modelo. "Fue llegar a las clases de interpretación y echarme a llorar", recuerda. Y nunca echó la vista atrás. Su Alabama natal, el Miami en el que fue descubierto como modelo, incluso el frío Nueva York donde vivió, quedan ahora bien lejos: Tatum vive en Hollywood. Como estrella que es.

Step up: bailando puso en el mapa sus carnes, una película sobre bailes callejeros que los críticos odiaron, pero el público adoró. El resto vino rodado: para que se sepa que el chico es culto, algunas cintas independientes (Memorias de Queens o Ausente), títulos de prestigio como Enemigos públicos (a las órdenes de Michael Mann) y películas para todos los públicos como G. I. Joe, que hay que pagar facturas.

En cuestiones sentimentales se confiesa un romántico. "En una ocasión recogí a mi novia y sin decir nada la llevé al aeropuerto para irnos cinco días en unas vacaciones sorpresa que había preparado", recuerda de quien ya es su esposa, la actriz Jenna Dewan, que conoció en Step up: bailando. Por algo todas sus compañeras de reparto obviaban mencionar las carnes de este tocinito de cielo. Porque está casado y es de los que creen en el primer amor. "Pero no te vayas a creer que soy perfecto", resume, incapaz de decir lo que falla en la ecuación.

Querido John se estrena hoy en cines.

A Channing Tatum no le importa enseñar carne, aunque quiera hacer papeles serios. Lo demuestra en Querido John.SCOTT GARFIELD

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