Reportaje:28ª jornada de Liga

Luis no vuelve para 11 partidos

El ex seleccionador rechaza la oferta para dirigir al Sevilla sólo hasta final de temporada

Luis Aragonés no vivirá una segunda etapa en el banquillo del Sevilla. La ilusión que tenía el ex seleccionador nacional por volver a entrenar en la élite chocó de frente con la propuesta que el presidente del club andaluz, José María del Nido, le llevó a Córdoba el pasado miércoles. El Sevilla pretendía que el veterano técnico, de 71 años, asumiera la dirección del plantel para 11 partidos: los 10 que restan de Liga y la final de la Copa ante el Atlético.

Conocido era el interés de los dirigentes andaluces de no hipotecar el banquillo para la próxima temporada, y ahí es donde se encont...

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Luis Aragonés no vivirá una segunda etapa en el banquillo del Sevilla. La ilusión que tenía el ex seleccionador nacional por volver a entrenar en la élite chocó de frente con la propuesta que el presidente del club andaluz, José María del Nido, le llevó a Córdoba el pasado miércoles. El Sevilla pretendía que el veterano técnico, de 71 años, asumiera la dirección del plantel para 11 partidos: los 10 que restan de Liga y la final de la Copa ante el Atlético.

Conocido era el interés de los dirigentes andaluces de no hipotecar el banquillo para la próxima temporada, y ahí es donde se encontraron con la petición de Luis de dirigir al Sevilla lo que resta de campaña y también la siguiente, independientemente de lograr la Copa y clasificar al equipo para la Liga de Campeones. Del Nido y su director deportivo, Monchi, se sorprendieron ante la exigencia de Luis, pues hubieran estado dispuestos a aceptar la continuidad de Luis si el Sevilla gana la Copa y se clasifica para la Champions como tercer clasificado, así como a dar el sí a Jesús Paredes como preparador físico.

Aragonés pretendía garantizarse otro año independientemente de los objetivos
Antonio Álvarez dirigirá al equipo contra el Villarreal, pero Monchi sigue buscando

La jugada de Aragonés de pedir un año extra más allá de lograr los objetivos deportivos no fue atendida por Del Nido e incluso fuentes cercanas a la negociación sugieren que el técnico pidió un año más para lograr al menos que el presidente aumentara su propuesta económica por entrenar al Sevilla sólo hasta final de campaña. Pero el tiro le salió por la culata al entrenador madrileño.

La noticia con la negativa de Luis llegó muy temprano a las entrañas del Sánchez Pizjuán. El presidente, bastante ocupado por algunos asuntos personales ajenos al fútbol, delegó toda la responsabilidad en Monchi, quien ha tomado la decisión que se considera menos agresiva en estos momentos. Será Antonio Álvarez, un fino defensa del Sevilla en los años 70 y 80, el encargado de sustituir a Manolo Jiménez y dirigir al equipo en la sesión de trabajo de hoy, como lo hizo ayer a puerta cerrada y en el estadio. Probablemente se siente en el banquillo en la visita al Villarreal, el domingo, pero el director deportivo sigue buscando entrenadores, aunque con mucho más sigilo que en todo el proceso que desembocó en el frustrado intento con Aragonés.

Algunos datos, no obstante, invitan a pensar que se puede haber tomado la decisión correcta con Álvarez. El ex jugador fue muy bien recibido por la plantilla, algunos de cuyos miembros guardan una magnífica relación con el técnico de cuando entrenaba al lado de Juande Ramos. De hecho, el perfil de Álvarez provocó que tanto Joaquín Caparrós en su tiempo como el propio Juande quisieran tirar de él como ayudante para sus proyectos en el Deportivo y el Tottenham, respectivamente. Sevillista de cuna a pesar de pasar su infancia en Alemania, donde emigró su familia, Antonio Álvarez prefirió quedarse en el club de sus amores. No contó con que Manolo Jiménez, cuando llegó al primer equipo tras la marcha de Juande en octubre de 2007, prescindió de sus servicios como asistente, apostando por gente más cercana a él. Mientras Álvarez fue recibido con alegría en el vestuario, más tibio fue el adiós del grupo a Jiménez.

El ya ex entrenador se despidió con una rueda de prensa en la que estuvo arropado por Monchi. Un técnico que ha tenido una mala relación con el entorno se expresó, sin embargo, de forma tranquila, sin sobresaltos. El preparador, que confirmó que la destitución se la comunicó el presidente en persona aunque después de comparecer ante la prensa, aclaró: "Me voy con la espina clavada de no levantar la Copa del Rey. No se va un entrenador más, se va un sevillista". Jiménez tuvo el detalle de alabar la figura del hombre que, de momento, ocupa su puesto en el banquillo, Antonio Álvarez: "Es un gran sevillista, hombre de club y buen profesional". "Me dolió la destitución, pero la asumo", acabó diciendo el entrenador, que dejó al Sevilla en la tercera plaza la temporada pasada y en la final de Copa del Rey en la presente.

En medio de esta ceremonia de confusión en la que se encuentra instalado el Sevilla, lo único seguro es que Álvarez dirige la sesión de hoy. Si llega a Villarreal, lo que ocurra en tierras valencianas también podría tener un efecto importante en el futuro del banquillo. Al menos hasta final de temporada.

Manolo Jiménez, a la izquierda, se despide como entrenador del Sevilla. A la derecha, Monchi, el director deportivo.ALEJANDRO RUESGA

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