Del cielo a Madrid
Una exposición en el Retiro repasa la aventura espacial y muestra enseres de los astronautas
Si desde Madrid hay billete abierto para ir al cielo, el cielo ha hecho lo propio con la capital. El espacio se ha instalado en el mismísimo parque del Retiro. No, no es una invasión alienígena. Se trata de la exposición titulada Vivir en el espacio: desafío del siglo XXI, una muestra itinerante que viaja por España desde 2007 para conmemorar el 50 aniversario del lanzamiento del satélite Sputnik I, que marcó el inicio de la carrera espacial, y el 40º de la llegada del hombre a la Luna.
El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, en colaboración con el Ayuntamiento, org...
Si desde Madrid hay billete abierto para ir al cielo, el cielo ha hecho lo propio con la capital. El espacio se ha instalado en el mismísimo parque del Retiro. No, no es una invasión alienígena. Se trata de la exposición titulada Vivir en el espacio: desafío del siglo XXI, una muestra itinerante que viaja por España desde 2007 para conmemorar el 50 aniversario del lanzamiento del satélite Sputnik I, que marcó el inicio de la carrera espacial, y el 40º de la llegada del hombre a la Luna.
El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, en colaboración con el Ayuntamiento, organiza la muestra para enseñar a los madrileños cómo ha sido la vida humana en el cosmos durante el último medio siglo, el primer satélite artificial y el material que utilizan los astronautas en sus viajes ingrávidos. Ayer tuvo numerosos visitantes.
En la exposición, que se inauguró el pasado miércoles en la Casa de Vacas y finalizará el próximo 25 de marzo, los visitantes pueden ver algunos objetos que utilizan los exploradores espaciales: la comida, cada vez más alejada de las cápsulas que se utilizaron en las primeras misiones; los refrescos, recogidos en envases parecidos a los de la espuma de afeitar para evitar que se escape por la falta de gravedad; e incluso un curioso dispositivo para orinar en los trayectos espaciales. Asimismo, se muestran los trajes de los astronautas Pedro Duque y Miguel López Alegría y ropa interior utilizada en el programa Apollo, donde los navegantes soportaban temperaturas extremas.
Y de postre, dos robots que juegan al fútbol. Cortesía del colegio Miguel Hernández de Alcalá de Henares y construidos por alumnos de 15 a 18 años. En el Retiro queda a la vista el pequeño paso para el hombre que fue un gran paso para la humanidad.