El astillero Factoría Naval de Marín inicia el trámite para suspender pagos

El fundador de la firma, que tiene 82 empleados, ha sido apartado de la dirección

La crisis ha tocado a la Factoría Naval de Marín, que pese a su cartera de pedidos está teniendo problemas de liquidez. Pablo Comesaña, el fundador de la compañía y accionista, ha sido apartado de la dirección, según confirmaron fuentes del sindicato CC OO. En su lugar figura ahora Juan Miguel Rozpide Rivas. Paralelamente la empresa ha presentado ante el Juzgado Mercantil un aviso de concurso de acreedores.

Unas 82 personas trabajan en la firma naval, que tiene pendientes cuatro entregas. Una de ellas, que según los sindicatos está siendo la fuente de los problemas, es el buque ...

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La crisis ha tocado a la Factoría Naval de Marín, que pese a su cartera de pedidos está teniendo problemas de liquidez. Pablo Comesaña, el fundador de la compañía y accionista, ha sido apartado de la dirección, según confirmaron fuentes del sindicato CC OO. En su lugar figura ahora Juan Miguel Rozpide Rivas. Paralelamente la empresa ha presentado ante el Juzgado Mercantil un aviso de concurso de acreedores.

Unas 82 personas trabajan en la firma naval, que tiene pendientes cuatro entregas. Una de ellas, que según los sindicatos está siendo la fuente de los problemas, es el buque X-Bow, con un curioso perfil de proa invertida, encargado por la armadora noruega Esvagt. La empresa auxiliar que realizó toda la instalación eléctrica del barco ha entrado en suspensión de pagos lo que ha desencadenado una serie de problemas que han ocasionado el rechazo de la armadora a recibir el barco tal y como está ahora.

"Es un problema de liquidez, no de falta de carga de trabajo", dice CC OO

"La situación ha desembocado en un problema de liquidez, no de falta de carga de trabajo", señala desde CC OO Tomás Lorenzo, responsable de la Federación de Industria. Según los contactos que la dirección ha mantenido con el comité de empresa, los trabajadores piensan que "la banca respalda a Factoría Naval" ante eventuales problemas de caja. Pero lo cierto es que la crisis les ha obligado a cambiar de rumbo a pesar de que el astillero contaba con una cartera de pedidos importante en el estallido de la crisis.

A finales de 2006, el empresario Pablo Comesaña (ex socio de Astilleros M. Cíes) organizó la compra de los astilleros del grupo Nogueira de Marín. Desde el primer momento contó con el apoyo del presidente de Corporación Dermoestética, José María Suescun, y de Caixa Galicia a través de su fondo de capital riesgo. Suescun gestiona desde esa fecha el 45% de las acciones a través de Suver inversiones. Otro tanto está en manos de Comesaña a través de Volvoreta Invest y el 9,9% lo representa la caja de ahorros.

El proyecto inicial pasaba por la construcción de barcos de última generación y megayates de más de cien metros de eslora. Según la empresa, la cartera de pedidos de 2008 se elevaba a 600 millones de euros. Su cartera incluye un buque de apoyo a plataformas petrolíferas del Mar del Norte gemelo al X-Bow. Una de sus entregas recientes fue la goleta Elena, una réplica de un velero de 42 metros de eslora de principios del siglo XX. También está a punto de finalizar un megayate para el empresario gallego Fernando Fernández Tapias.

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