Una voz brillante y un piano sordo en A Coruña

Un recital de canto de Carmen Durán y Maximino Zumalave acompañada al piano por el director asociado de la Real Filharmonía de Galicia, fue el séptimo concierto de la temporada de la Sociedad Filarmónica de A Coruña. La primera parte del programa del pasado martes, dentro de la gran tradición del lied alemán, estuvo compuesta por obras de Brahms, Mahler y Richard Strauss. Repertorio bien familiar para Durán por su arraigo en Alemania y su especialización en la obra del bohemio. El programa fue de gran exigencia vocal y expresiva, que Durán resolvió con solvencia y una voz que ganó brill...

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Un recital de canto de Carmen Durán y Maximino Zumalave acompañada al piano por el director asociado de la Real Filharmonía de Galicia, fue el séptimo concierto de la temporada de la Sociedad Filarmónica de A Coruña. La primera parte del programa del pasado martes, dentro de la gran tradición del lied alemán, estuvo compuesta por obras de Brahms, Mahler y Richard Strauss. Repertorio bien familiar para Durán por su arraigo en Alemania y su especialización en la obra del bohemio. El programa fue de gran exigencia vocal y expresiva, que Durán resolvió con solvencia y una voz que ganó brillo al calentarse.

Zumalave acreditó oficio y buen gusto en sus partes a solo y dio adecuado carácter a su acompañamiento. Y todo lidiando con la sonoridad cada día más sorda en las últimas octavas del piano de la Sociedad Filarmónica, que tocar con la tapa bajada no contribuye a mejorar. Ya en la segunda parte, dio a L'invitation au voyage, de Duparc, el aire ligero y acuático de sus arpegios.

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