Arrecia en el PSC el debate por la "fatiga" del tripartito

Los días plácidos parecen haber quedado definitivamente atrás en el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). A apenas nueve meses para las próximas elecciones autonómicas, los problemas le han estallado a José Montilla donde menos se lo esperaba: en su propio partido y de la mano de varios de sus colaboradores en el Gobierno, los encuadrados en el sector más catalanista del PSC.

Si el miércoles era el consejero de Educación, Ernest Maragall, el que certificaba que los catalanes están "fatigados" del tripartito y vaticinaba que esta fórmula de gobierno no reunirá suficientes apoyos tr...

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Los días plácidos parecen haber quedado definitivamente atrás en el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). A apenas nueve meses para las próximas elecciones autonómicas, los problemas le han estallado a José Montilla donde menos se lo esperaba: en su propio partido y de la mano de varios de sus colaboradores en el Gobierno, los encuadrados en el sector más catalanista del PSC.

Si el miércoles era el consejero de Educación, Ernest Maragall, el que certificaba que los catalanes están "fatigados" del tripartito y vaticinaba que esta fórmula de gobierno no reunirá suficientes apoyos tras las elecciones, ayer se sumó a este discurso, aunque con matices, otro consejero. Antoni Castells, titular de Economía y número dos del PSC en las últimas elecciones autonómicas, salió en defensa de Maragall precisamente justo después de que Montilla pidiera explícitamente pasar página en el debate y dijera que no es labor de un consejero interpretar lo que dicen las encuestas de opinión.

Castells rebatió las palabras de Montilla en una estudiada declaración en los pasillos del Parlamento catalán. "Faltaría más que un consejero de la Generalitat no pudiera hablar de política y hacerse eco de las preocupaciones que tienen los ciudadanos respecto a las instituciones", dijo, para sorpresa de sus compañeros de partido. Y añadió: "Negar el debate libre y negar la realidad es siempre un error, que yo trataré de que mi partido no cometa".

Montilla niega la crisis

Por si fuera poco, más tarde, Maragall y Castells lograron el apoyo velado de un tercer miembro del Gobierno, la consejera de Justicia, Montserrat Tura, encuadrada, como sus compañeros, en el sector más catalanista del PSC. Tura evitó los pronunciamientos rotundos "para no dañar mi proyecto político", dijo, pero insistió en la "pluralidad" que debe reinar en el proyecto del PSC.

Montilla mantuvo un escrupuloso silencio todo el día hasta que sobre las seis de la tarde, en una conversación informal con periodistas en el Parlamento autónomo, lanzó una llamada a la calma. El presidente negó que el PSC esté en crisis y aseguró que no pretende coartar el debate interno ni prescindir de nadie. Montilla, consciente de los delicados equilibrios que debe mantener entre la tradición más catalanista y la más obrerista de su partido, aseguró que piensa seguir "contando con todos".

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