De "Toñito de Allariz" a "traidor"

La historia reciente del PP orensano es fecunda en traiciones, abandonos y conspiraciones varias. Su propio líder, José Luis Baltar, ha cumplido 20 años en la Diputación de Ourense, donde no tardó en hacerse fuerte cuando su antecesor, Victorino Núñez, emigró a Santiago. Discípulo y profesor acabaron mal tan pronto como Núñez comprobó que su heredero no estaba en el pazo provincial para calentarle la silla. Desde entonces ya nadie ha vuelto a hacer sombra a Baltar Pumar en su territorio.

Y todo aquél que buscó protagonismo a espaldas del barón acabó defenestrado. "A enemigo que huye, pu...

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La historia reciente del PP orensano es fecunda en traiciones, abandonos y conspiraciones varias. Su propio líder, José Luis Baltar, ha cumplido 20 años en la Diputación de Ourense, donde no tardó en hacerse fuerte cuando su antecesor, Victorino Núñez, emigró a Santiago. Discípulo y profesor acabaron mal tan pronto como Núñez comprobó que su heredero no estaba en el pazo provincial para calentarle la silla. Desde entonces ya nadie ha vuelto a hacer sombra a Baltar Pumar en su territorio.

Y todo aquél que buscó protagonismo a espaldas del barón acabó defenestrado. "A enemigo que huye, puente de plata", concluyó Baltar cuando la vicepresidenta del Parlamento, Inmaculada Rodríguez, a la que había aupado al cargo, puso tierra de por medio. Hasta Feijóo ha sufrido en carne propia la omnipotencia de ese apellido en la provincia. En 2005, con Fraga aún en la Xunta y Feijóo de vicepresidente del Gobierno, Baltar vetó su presencia en el primer puesto de la lista del PP orensano con la excusa de que esa candidatura debía encabezarla una mujer y no "un galáctico". El puesto estaba vacante, pero el presidente provincial no tardó en improvisar carteles con la cara de Amparo González, una desconocida de la que nunca más se supo tras sestear cuatro años en el Parlamento.

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El último proscrito se llama Antonio Rodríguez Miranda y no hace ni seis meses que se convirtió en portavoz del PP. Fue el propio Baltar quien adelantó la noticia y felicitó a "Toñito de Allariz" por sus nuevas responsabilidades. El entorno del presidente provincial asegura que Miranda juró entonces lealtad a su jefe, consciente de que la batalla por la sucesión se acercaba. Ahora Baltar y su hijo le consideran "el último traidor" tras verlo alineado con la dirección regional y Alfonso Rueda.

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