Entrevista:PETER WESTAWAY | Economista de Nomura | Economía global

"Los mercados castigan en exceso a Grecia"

Hasta hace apenas tres meses, Peter Westaway (Wimbledon, 1958) trabajaba en el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés). Y la marca que imprime trabajar en un banco central todavía se deja sentir durante la conversación ["es difícil para los bancos centrales manejar ahora la política monetaria", asegura benévolo]. Como economista jefe para Europa de Nomura, Westaway está de gira por todo el mundo explicando sus previsiones económicas a los clientes, en una clara muestra de la nueva etapa que vive el banco.

Pregunta. ¿Qué nos deparará la economía mundial en los próximos...

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Hasta hace apenas tres meses, Peter Westaway (Wimbledon, 1958) trabajaba en el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés). Y la marca que imprime trabajar en un banco central todavía se deja sentir durante la conversación ["es difícil para los bancos centrales manejar ahora la política monetaria", asegura benévolo]. Como economista jefe para Europa de Nomura, Westaway está de gira por todo el mundo explicando sus previsiones económicas a los clientes, en una clara muestra de la nueva etapa que vive el banco.

Pregunta. ¿Qué nos deparará la economía mundial en los próximos meses?

Respuesta. Hace 12 meses el mundo parecía dirigirse al abismo. Sin duda, la agresiva política de los bancos centrales y de los gobiernos ha conseguido evitar lo peor, pero aun así hemos sufrido la peor recesión desde los años treinta. Probablemente, hacia el verano eso ya había quedado claro. Y desde entonces nuestras previsiones han remontado, especialmente para el mundo emergente, y entre ellos Asia y, claramente, China. Porque aunque no se vieron afectados por la crisis del sector financiero, propiamente dicha, todo el mundo notó el colapso del comercio y del consumo. Pero ahora su recuperación está siendo bastante fuerte. De hecho nuestras previsiones globales se titulan "el cuento de las dos recuperaciones" porque no está siendo igual para el mundo emergente que para el desarrollado, donde el consumo, y por tanto el crecimiento, va a ser muy débil en los dos próximos años.

"No creemos que España vaya a cumplir sus planes de ajuste"

P. ¿Cuál debe ser la respuesta de las autoridades, entonces?

R. El problema ahora, realmente, es que no sabemos cuál es el crecimiento potencial. En el pasado, en las recesiones asociadas a crisis bancarias hay evidencias de que buena parte del crecimiento de la producción se destruye de forma permanente. Eso ha pasado también en esta crisis, aunque todavía no sabemos hasta qué punto. Y saber dónde se sitúa ahora el crecimiento potencial es muy importante a la hora de fijar la estrategia de salida por parte de los bancos centrales. Pero es muy difícil.

P. ¿Podemos ver una segunda oleada de quiebras bancarias?

R. Bueno, cuando el BCE o la Reserva Federal empiecen a retirar el excepcional nivel de liquidez actual, los Estados, con toda probabilidad, van a tener que aportar más ayudas a los bancos. No estamos hablando de los bancos grandes, como el Santander, pero sí de los bancos de los Estados federados alemanes o algunos bancos o cajas en España, por ejemplo. Y en esas circunstancias no es fácil que el crédito se recupere. Pero ése es sólo uno de los riesgos.

P. ¿Y los otros?

R. No hay duda de que con la recuperación de países como China y otros asiáticos los precios de las materias primas pueden sufrir un fuerte repunte, lo que reducirá más la renta disponible de los consumidores de los países desarrollados. Con esto no quiero decir que veamos un crash del petróleo, algo que tampoco interesa a los países productores, y desde luego no ahora, aunque quizá sí en dos o tres años. El tercer riesgo está relacionado con la política fiscal, que ha jugado un papel muy importante en proporcionar estímulos a la economía pero que ahora obliga a las autoridades a decidir entre mantener esas ayudas o intentar poner en orden las cuentas públicas. Y ahí el riesgo es si el ajuste es mayor y más rápido de lo que debiera. En el Reino Unido, por ejemplo, parece que hay una carrera electoral por ver quién es más duro con la política fiscal. Luego están países como Grecia, en un tremendo lío fiscal.

P. ¿Es tan fea la situación griega como la pintan los mercados?

R. Sinceramente, creo que los diferenciales de crédito están reflejando riesgos en exceso para Grecia en comparación con otros países de la zona euro como Irlanda, España, Portugal. La posición fiscal de estos países no está tan deteriorada como la de Grecia, pero creo que los mercados están malinterpretando la situación. Porque si hay economías cuyos ratings no son apropiados y no reflejan la situación real, ésas son, claramente, las del Reino Unido y Estados Unidos [las dos con máxima calificación, la triple A].

P. ¿Qué calendario prevé para las subidas de tipos?

R. Lo que ha dicho el BCE de momento es que en los próximos meses, calculamos que hasta junio, irá retirando la liquidez y eso hará que la tasa interbancaria se sitúe poco a poco a nivel de los tipos oficiales, el 1%. Llegados a ese punto, probablemente hacia octubre, el banco puede empezar a subir los tipos de interés. En noviembre le seguiría el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal esperará hasta el primer trimestre de 2011.

P. ¿Puede verse afectado ese calendario por las crecientes diferencias de recuperación entre los países de la eurozona?

R. Esos son, sin duda, los inconvenientes de una unión monetaria. Se gobierna para la mayoría, aunque se parezca sospechosamente a la situación de Alemania. De hecho, en el año 2002 en el BoE hicimos muchos informes sobre cómo se podría superar una crisis dentro de una unión monetaria. Muchos de aquellos problemas teóricos son los que están sufriendo ahora en primera persona Irlanda o Grecia. Y hay poco que se pueda hacer salvo recortes de gastos tremendos, de salarios y de precios, con el fin de recuperar la competitividad e iniciar la recuperación. Aun así, creo que la unión monetaria ha funcionado más que bien en estos diez años. No hay una respuesta fácil en este momento para el BCE. Quizá ha llegado la hora de que gobiernos y autoridades hagan lo que hay que hacer, aunque no sea ni bonito ni popular.

P. Ese "lo que hay que hacer", ¿qué significa para España?

R. Creo que España hace lo correcto al empezar a reducir su elevado déficit, dada la carga derivada de un paro tan elevado. Pero mi preocupación es si lo hace en el momento apropiado y si no sería mejor subir el IVA más adelante. De todas formas, no creemos que España vaya a cumplir sus propias previsiones de ajuste, somos escépticos ante su capacidad de reducir gastos. -

Westaway, poco después de su conferencia a clientes.SAMUEL SÁNCHEZ

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