Reportaje:

El más caro y el más rentable

El madrileño responde con goles y buena imagen a los 36 millones de euros que costó

A los 18 años, Fernando Torres ya era el capitán del Atlético. Sentía con tal devoción la camiseta, acaparaba tanto las miradas, que la hinchada apenas prestaba atención al palco, a los responsables de un club venido a menos. "Asumí una responsabilidad desproporcionada. Era muy difícil meter a la gente en la cabeza que ya no éramos el Atleti de antes", suele decir sin tapujos en las concentraciones de la selección española. Los volantazos en la gestión del Atlético -cuando lo dejó, no quedaba nadie de su cosecha en la plantilla- y una oferta imposible de rechazar le empujaron a peregrin...

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A los 18 años, Fernando Torres ya era el capitán del Atlético. Sentía con tal devoción la camiseta, acaparaba tanto las miradas, que la hinchada apenas prestaba atención al palco, a los responsables de un club venido a menos. "Asumí una responsabilidad desproporcionada. Era muy difícil meter a la gente en la cabeza que ya no éramos el Atleti de antes", suele decir sin tapujos en las concentraciones de la selección española. Los volantazos en la gestión del Atlético -cuando lo dejó, no quedaba nadie de su cosecha en la plantilla- y una oferta imposible de rechazar le empujaron a peregrinar a la cuna del fútbol.

"Allí está muy a gusto. Renovó hace muy poco [hasta 2014] y la Premier es la Liga perfecta para él. Se ha acoplado perfectamente", resaltó ayer Arbeloa, que compartió los entresijos de Anfield con The Kid antes de fichar el pasado verano por el Madrid. "Quiero que mi hija hable con acento de Liverpool", ha dicho Torres, que se apaña con el acento scouse, otra muestra de lo integrado y cómodo que se siente en la ciudad del Mersey. "Cuando fichas a un jugador, nunca sabes si se adaptará al fútbol inglés. Pero Torres quería triunfar", observa Rafa Benítez, muy cuestionado ahora y entonces, cuando insistió en que el club desembolsara 36 millones de euros por el delantero, lo que le convirtió en su fichaje más caro.

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El técnico acertó: el matador de Fuenlabrada (Madrid) se ganó de inmediato el respeto de los hinchas ingleses proclamándose con 24 goles (en total, firmó 33) el mejor goleador extranjero en su debut, por delante de Van Nistelrooy en su etapa en el Manchester United. Pero, cuando todo apuntaba a que repetiría su papel determinante con los reds tras la conquista de la Eurocopa de Austria y Suiza -marcó el gol de la final contra Alemania-, las continuas lesiones que experimentó en los músculos isquiotibiales de la pierna derecha le restaron efectividad la temporada pasada. Aun así, pese a que las lesiones le impidieron jugar mes y medio, Torres anotó 14 dianas en la Liga y algunos sonrojantes en Europa, como el que le endosó con un tobillo hecho puré y atiborrado de calmantes al eterno rival, el Madrid, en la vuelta de los octavos de la Champions. En ésta ya lleva 12 en la competición nacional, a dos de los pichichis, Drogba y Defoe, y a uno de Bent y Rooney. Y eso que una osteopatía en el pubis le han tenido aparcado en la enfermería otro mes.

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