Reportaje:

"La culpa la tenía Abel, ¿no?"

Crece la preocupación en el Atlético al fallar el objetivo de cerrar el año entre los siete primeros

Quique Flores veía la vida color de rosa a principios de noviembre. Fulminado Abel Resino, el nuevo huésped del banquillo del Atlético se propuso la tarea de acabar "antes del parón de Navidad entre los siete primeros". El objetivo, "restar dos partidos a los rivales", parecía factible viendo el almanaque de la Liga: Deportivo, Xerez y Tenerife, fuera, y Madrid, Espanyol y Villarreal, en casa.

Seis jornadas después, las expectativas no se han cumplido. La escuadra del Manzanares es 15ª, ha sumado sólo siete puntos en ese periodo, totaliza 14 y está a dos del descenso. Muchísimo más lejo...

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Quique Flores veía la vida color de rosa a principios de noviembre. Fulminado Abel Resino, el nuevo huésped del banquillo del Atlético se propuso la tarea de acabar "antes del parón de Navidad entre los siete primeros". El objetivo, "restar dos partidos a los rivales", parecía factible viendo el almanaque de la Liga: Deportivo, Xerez y Tenerife, fuera, y Madrid, Espanyol y Villarreal, en casa.

Seis jornadas después, las expectativas no se han cumplido. La escuadra del Manzanares es 15ª, ha sumado sólo siete puntos en ese periodo, totaliza 14 y está a dos del descenso. Muchísimo más lejos queda la Liga de Campeones, el objetivo primario en los despachos, que cierra el Valencia con 29. "Más del doble de los que tenemos... La culpa la tenía Abel, ¿no?", dicen en el vestuario rojiblanco.

El club, que reconoce una deuda de 200 millones, celebra hoy la junta de accionistas
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Quique insiste en que tiene la solución: "Saldremos de ésta. Los jugadores reaccionarán si sacan adelante los ensayos en los entrenamientos, donde fomentamos mucho los mecanismos de repetición. Por ejemplo, a los defensas les intentamos mentalizar de que son una conexión rápida con el resto del equipo. No queremos responsabilizarles en tareas ofensivas, llevar el peso del conjunto. No; ellos son jugadores que, con dos o tres acciones, siempre en movimiento, tienen que conectar con el centro del campo o incluso los delanteros".

"A partir de ahí, que haya funcionamientos constantes, que se involucren todos. Cuando atacamos, los de atrás son partícipes. Y al contrario. Es la máxima sea el nivel que sea", prosigue el preparador del Atlético, que ha firmado su peor arranque en medio siglo y que no contabilizaba menos puntos desde los 17 que llevaba cuando descendió en la temporada 1999-2000.

"Hace un año, con Javier Aguirre, se lograron 27 puntos. ¿Y qué pasó? Que el mexicano organizó una miniconcentración en Segovia que a algunos no les sentó muy bien y en febrero se fue a la calle", dicen en el club.

"El parón navideño nos permitirá descansar y tranquilizarnos para volver con más fuerza. El empate en Tenerife fue justo. No pudimos ganar", reconoce Asenjo, que salvó, con nueve paradas de diez posibles, al Atlético. Su homólogo del equipo canario, Aragoneses, no hizo ninguna: el único remate a puerta de nueve intentos del Atlético, el de Jurado, fue gol.

"Nos falta la pegada necesaria. Hace un año estábamos ahí arriba y ahora nos encontramos peleando por otras cosas. Esperábamos ir a más, pero no es así. Ahora nos toca pasar página, descansar y confiar en que en 2010 las cosas empiecen a cambiar ", dice Maxi, que termina su contrato el 30 de junio y que a partir del 1 de enero puede negociar su salida sin que el Atlético, que perdió 27 millones el pasado ejercicio, vea un euro.

Precisamente hoy la junta de accionistas se reúne en el Calderón para aprobar las cuentas del club, que reconoce una deuda de 200 millones, cifra que los más críticos del Consejo de Administración elevan hasta los 340.

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