Pulso entre el Poder Judicial y el presidente de lo Contencioso

El CGPJ convoca la plaza de Trillo sin esperar a que se jubile

El Tribunal Supremo notificó ayer la sentencia de la Sala de lo Contencioso que anula por segunda vez el nombramiento de la magistrada de la Sala de lo Social del alto tribunal Rosa Virolés, decisión adoptada con el voto de calidad del presidente de la Sala, Ramón Trillo Torres. Paralelamente, el Consejo General del Poder Judicial ha sacado a concurso la plaza de presidente de Ramón Trillo, sin esperar a su jubilación el próximo mes de mayo como hubiera sido lo habitual, lo que se interpreta como una réplica a la actitud mantenida por Trillo desde que no fue renovado como magistrado de enlace ...

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El Tribunal Supremo notificó ayer la sentencia de la Sala de lo Contencioso que anula por segunda vez el nombramiento de la magistrada de la Sala de lo Social del alto tribunal Rosa Virolés, decisión adoptada con el voto de calidad del presidente de la Sala, Ramón Trillo Torres. Paralelamente, el Consejo General del Poder Judicial ha sacado a concurso la plaza de presidente de Ramón Trillo, sin esperar a su jubilación el próximo mes de mayo como hubiera sido lo habitual, lo que se interpreta como una réplica a la actitud mantenida por Trillo desde que no fue renovado como magistrado de enlace del Supremo con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El concurso para renovar la plaza de presidente de la Sala de lo Contencioso se publicará hoy en el BOE.

No es ningún secreto que el Tribunal Supremo nunca ha asumido de buen grado a instituciones como el Consejo General del Poder Judicial o al Tribunal Constitucional, con los que se mantiene en conflicto permanente, más o menos larvado según la temporada. Pero en los últimos meses, la Sala de lo Contencioso se ha significado por su beligerancia contra diversas instituciones del Estado, entre ellas las dos mencionadas.

En sucesivas sentencias, la Sala ha revocado acuerdos del Consejo del Poder Judicial como el archivo de la denuncia de un abogado contra el juez Garzón por los honorarios percibidos en Nueva York o la sanción al juez que utilizó expresiones religiosas en sus sentencias; ha exigido por primera vez responsabilidad patrimonial al Tribunal Constitucional por dilación en sus decisiones, y al Defensor del Pueblo por perjuicios derivados de su actuación. Ayer notificó la sentencia que ha revocado por segunda vez el nombramiento por el Consejo de la magistrada del Tribunal Supremo Rosa Virolés, acordada por 14 magistrados frente a 14 y resuelta en contra del nombramiento por el voto de calidad del presidente Ramón Trillo. Como presidente de Sala, Trillo tiene la facultad de avocar a pleno los asuntos que considere convenientes y durante su mandato ha utilizado con profusión dicha prerrogativa, que casi siempre ha favorecido su posición.

Según fuentes judiciales, la tensión entre Trillo y el Consejo se agudizó hace meses, a partir de que Trillo no fue renovado por el Poder Judicial como magistrado de enlace con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El Consejo decidió que, como Trillo se jubila el próximo mes de mayo, no era conveniente que un magistrado emérito, en vez de uno titular, se mantuviese como enlace con el CNI durante los próximos cinco años, y en vez de a Trillo nombró a Pablo Lucas Murillo de la Cueva, lo que causó un fuerte malestar al presidente de lo Contencioso. Ahora, el Poder Judicial ha puesto en marcha el mecanismo para relevarle al frente de la Sala sin concederle la cortesía de esperar a su jubilación.

Carlos Dívar, presidente del Poder Judicial, con Ramón Trillo, presidente de la Sala Tercera del Supremo.U. MARTÍN
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