Crónica:

Risas liberales en el Palace

Joaquín Leguina ejerce de presentador de un libro de discursos de estadistas recopilados por Aguirre

Esperanza Aguirre Gil de Biedma, presidenta regional, presentó ayer en un alfombrado salón del hotel Palace una colección de arengas celebérrimas recopiladas bajo el nombre de Discursos para la libertad (Ciudadela Libros). Los ha escogido ella misma. También los ha prologado, situando el contexto de los distintos oradores. Por ejemplo, Winston Churchill, Thomas Jefferson, Charles de Gaulle o el papa Juan Pablo II. En el acto de presentación la acompañó en el estrado Joaquín Leguina, antecesor en el cargo entre los años 1983 y 1995 y notorio disidente socialista. "Yo no soy de los del ta...

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Esperanza Aguirre Gil de Biedma, presidenta regional, presentó ayer en un alfombrado salón del hotel Palace una colección de arengas celebérrimas recopiladas bajo el nombre de Discursos para la libertad (Ciudadela Libros). Los ha escogido ella misma. También los ha prologado, situando el contexto de los distintos oradores. Por ejemplo, Winston Churchill, Thomas Jefferson, Charles de Gaulle o el papa Juan Pablo II. En el acto de presentación la acompañó en el estrado Joaquín Leguina, antecesor en el cargo entre los años 1983 y 1995 y notorio disidente socialista. "Yo no soy de los del talante y el buenismo", subrayó ayer muy sonriente, recibiendo en respuesta grandes risotadas de los asistentes, que captaron el guiño crítico al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Yo no soy de los del talante y el buenismo", dijo el ex presidente

El público, compuesto mayoritariamente de liberales de edad avanzada y cubiertos con abrigos de piel, también acogió con mucho regocijo las continuas alusiones irónicas de los acompañantes de Aguirre -también habló el profesor de Economía Carlos Rodríguez Brown- al poco cariño que profesan a la presidenta muchos de sus compañeros de partido. Una característica "muy liberal" que ella misma se ufanó en constatar que también le sucedió al mismísimo Winston Churchill.

Ese público, que superaba con holgura el centenar de personas, contó con el ex ministro Ángel Acebes y varios concejales del Ayuntamiento de la capital. Entre ellos, Ana Botella. Pero ésta, aparentemente, llegó un poco tarde. Exactamente con los aplausos que subrayaban el final del acto y el comienzo del aperitivo.

El acto duró cerca de hora y media y los tres protagonistas leyeron muchos extractos de los discursos recopilados para subrayar el compromiso de la propia Aguirre con la libertad y el deber cívico a decir que no. Sólo que cada uno interpretó de manera muy distinta los fragmentos escogidos y se entretuvo en poner así de manifiesto sus distintas maneras de entender a qué cosas se referían cuando hablaban de libertad.

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