El Depor se dispara

Siete partidos ganados de los nueve últimos contemplan al Deportivo, que ya saca adelante los encuentro manejando esfuerzos. Ayer gestionó los tiempos con acierto ante un Racing en obras al que agotó primero y acabó por apuntillar cuando decidió pisar el acelerador e ir a por los puntos. Ganó bien el equipo de Lotina, que aún así tuvo que sufrir en los instantes finales cuando el Racing se lanzó sin dobleces a por el empate y Colsa envió un remate al palo. Esto le vale para cazar al Valencia con 25 puntos.

El partido se abrió al final, pero antes bien pudo pasar por un Bari-Siena, un tr...

Siete partidos ganados de los nueve últimos contemplan al Deportivo, que ya saca adelante los encuentro manejando esfuerzos. Ayer gestionó los tiempos con acierto ante un Racing en obras al que agotó primero y acabó por apuntillar cuando decidió pisar el acelerador e ir a por los puntos. Ganó bien el equipo de Lotina, que aún así tuvo que sufrir en los instantes finales cuando el Racing se lanzó sin dobleces a por el empate y Colsa envió un remate al palo. Esto le vale para cazar al Valencia con 25 puntos.

El partido se abrió al final, pero antes bien pudo pasar por un Bari-Siena, un trasteo anodino, sin llegadas al área. Tuvo más fluidez de inicio el Racing, que abrió el campo y buscó a Munitis y Óscar Serrano, pero nunca puso en aprietos al Deportivo, armado en torno al mismo dibujo que Lotina presentó con éxito la jornada anterior ante el Atlético. Reservó de inicio a Guardado, que pasó la semana encamado con gripe, recurrió a Sergio, pero no varió el armazón con tres centrocampistas que le dio superioridad ante los madrileños. Ayer redobló la solidez del equipo, proverbial, pero no encontró profundidad. Nadie la tenía. El Racing buscó sus opciones desde fuera del área, con Morris y Lacen.

El paso de los minutos destapó que el partido maduraba hacia donde más le convenía al Deportivo. Luego entró Guardado y le dio al equipo la casta que necesitaba para inquietar a los zagueros cántabros. Al mexicano no le frena ni la gripe. Indomable, esforzado y con un cierto talento, le dio un segundo aire al Dépor. Avisó éste en una acción de estrategia que sacó la zaga racinguista bajo palos, pero que mostró que los locales tenían problemas para defender el primer palo. Por ahí llegó el gol. Tan claro lo vio el Deportivo, tan superior se sentía, que buscó el segundo. Quizás es lo único que cabe reprocharle, que abrió el partido cuando tenía que haberlo sellado. Los cántabros, en cambio, suman un único triunfo en doce jornadas y se hunden en la cola.