Carrete baila su vida en el Teatro Lope de Vega
El bailaor José Losada Carrete se interpreta a sí mismo en un espectáculo que narra su vida. Desde los primeros pasos que daba descalzo en la era, hasta los tablaos de la Costa de Sol. Carrete. Yo no se la edá que tengo, que puede verse esta noche en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, es una producción de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco que persigue hacerle justicia al arte de un bailaor olvidado por el gran público, pero que todavía levanta pasiones con su zapateado.
La obra, que se estrenó en 2007 en la desaparecida cita Málaga en Flamenco, cuenta con...
El bailaor José Losada Carrete se interpreta a sí mismo en un espectáculo que narra su vida. Desde los primeros pasos que daba descalzo en la era, hasta los tablaos de la Costa de Sol. Carrete. Yo no se la edá que tengo, que puede verse esta noche en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, es una producción de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco que persigue hacerle justicia al arte de un bailaor olvidado por el gran público, pero que todavía levanta pasiones con su zapateado.
La obra, que se estrenó en 2007 en la desaparecida cita Málaga en Flamenco, cuenta con la dirección de Pepa Gamboa y el guión de José Luis Ortiz Nuevo, quien además aparece como actor encarnando al bailaor.
El niño gitano que soñaba con ser Fred Astaire va desgranando su vida a través de siete capítulos, gracias a su baile y a las palabras de Ortiz Nuevo. Al baile estarán también Cristóbal García y Carmen Ríos. Al cante les acompañarán Juan José Amador, Laura Román y José Valencia; mientras que los guitarristas serán Paco Iglesias, Juan Requena y Joaquín Losada Carretillo. Además, el montaje cuenta con el piano flamenco de Diego Suárez.
Carrete, profundo cuando recuerda las penas de su infancia. Los años de hambre, el reformatorio, el frío, los zapateaos que hacía descalzo sobre el trigo jaleado por su madre, La Carreta; se muestra también alegre y se burla de su propia historia. El bailaor desgrana soleares, alegrías, seguiriyas, bulerías y rumbas en una escenografía de Antonio Marín en la que aparece vestido de rey o con un esmoquin como el que lucía el mismísimo Fred Astaire. El título no es ninguna licencia poética, José Losada, de verdad, ha vivido tantas cosas que no sabe la edad que tiene.