Malestar interno

La batalla política sobre EITB está provocando un indisimulado hartazgo en la mayoría de los profesionales del ente vasco, que se ven directamente concernidos sin proponérselo por un permanente debate público.

A las lógicas reacciones contrapuestas que todo cambio provoca en cualquier organización, en el caso de EITB se asiste, además, a un escenario inédito provocado por el primer relevo en sus más de 25 años de existencia, tras un cambio de sesgo político en el Gobierno vasco.

La mayoría de los profesionales de EITB no ocultan su malestar por los contínuos intentos políticos de...

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La batalla política sobre EITB está provocando un indisimulado hartazgo en la mayoría de los profesionales del ente vasco, que se ven directamente concernidos sin proponérselo por un permanente debate público.

A las lógicas reacciones contrapuestas que todo cambio provoca en cualquier organización, en el caso de EITB se asiste, además, a un escenario inédito provocado por el primer relevo en sus más de 25 años de existencia, tras un cambio de sesgo político en el Gobierno vasco.

La mayoría de los profesionales de EITB no ocultan su malestar por los contínuos intentos políticos de vincular su trabajo diario a uno de los dos equipos en los que se parece haber quedado dividida su actual plantilla y que se indentifican con la anterior y la actual dirección.

A las críticas de trabajadores afectados por las decisiones del nuevo equipo gestor se contraponen las dificultades de los actuales responsables para aplicar con normalidad sus criterios, mientras en la plantilla coge cuerpo la necesidad de reivindicar exclusivamente su profesionalidad.

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