El líder del PCE defiende el "pasado heroico" y promete lealtad a IU
La candidatura única de Centella, apoyada por el 86% de los delegados
"La Revolución en el siglo XXI es posible". No se trata de un plazo a cien años, sino la llamada a la movilización en 2009 de José Luis Centella, nuevo secretario general de un PCE que ayer mostró su cara unitaria. Centella -único candidato que se presentaba- fue aupado por unanimidad de los 123 miembros del Comité Federal, todos miembros de esa misma candidatura y elegidos minutos antes por el 86% de los delegados que votaron en el XVIII congreso del partido. "El PCE está unido y dispuesto a dar la batalla, a salir a la calle. La Revolución la debemos organizar con mucha gente. Frente a la iz...
"La Revolución en el siglo XXI es posible". No se trata de un plazo a cien años, sino la llamada a la movilización en 2009 de José Luis Centella, nuevo secretario general de un PCE que ayer mostró su cara unitaria. Centella -único candidato que se presentaba- fue aupado por unanimidad de los 123 miembros del Comité Federal, todos miembros de esa misma candidatura y elegidos minutos antes por el 86% de los delegados que votaron en el XVIII congreso del partido. "El PCE está unido y dispuesto a dar la batalla, a salir a la calle. La Revolución la debemos organizar con mucha gente. Frente a la izquierda acomplejada, una izquierda sin complejos. La consigna es: or-ga-ni-za-ción", silabeó Centella, respondido por aplausos y puños en alto.
Terminaba así un congreso de tres días con el que los comunistas han pretendido dar un empujón al "cambio generacional", zanjar conflictos internos, y firmar la paz con IU. "Ese debate, legítimo, se cierra hoy. Izquierda Unida debe saber que cuenta con el PCE, vamos a ser leales", dijo Centella. Los dos dirigentes con más peso de la última década -Francisco Frutos y Felipe Alcaraz- se retiran a un segundo plano aunque aún dentro de la dirección, y el nuevo secretario general promete dar "la batalla ideológica".
"Es importante que ganemos esa batalla a la derecha; diría más, ¡es importante que la demos! De no dar esa batalla vienen las derrotas electorales", prosiguió Centella, cordobés de 51 años y actual secretario general del Partido Comunista de Andalucía. Pidió a los afiliados que sean "beligerantes" y cerró el paso a las dudas en tiempos de conmemoración de la caída del muro de Berlín. "Hablar de comunismo no sólo no está pasado, sino que es presente y futuro. Reivindiquemos el pasado heroico, no hay nada de que avergonzarse", clamó, con este análisis: "Que no nos cambien la historia de Europa, que no confundan a los verdugos, los fascistas, con las víctimas, que fuimos los comunistas".
Entre los otros 122 miembros del Comité Federal -a ellos se sumarán más adelante 58 representantes de las federaciones- hay tantos hombres como mujeres, y un 40% de caras nuevas. No es posible saber si se ha producido cambio generacional porque el partido no disponía ayer del perfil y edad de los nuevos dirigentes.
El poeta y el político
El poeta Marcos Ana -preso en las cárceles franquistas durante 23 años, a punto de cumplir ahora los 90-, no se ha movido del auditorio Marcelino Camacho en los tres días de congreso del PCE, siguiendo cada debate. Es uno de los nuevos miembros del Comité Federal y ayer daba a quien se la pedía -en los pasillos- su receta para que el partido llegue a la gente: "Está muy bien tener líderes políticos, pero necesitamos líderes sociales: trabajar en los barrios".
En el estrado habló también un líder político, Cayo Lara, comunista y coordinador federal de IU. Con un discurso que emocionó a muchos y en el que abogó por una sociedad donde "esté prohibido por ley ser pobre", apuntó en la misma dirección: la movilización. "Debemos llevar nuestras propuestas a la gente. Quizá tengamos que recurrir a la octavilla, como los viejos rockeros. Es hora de que la calle vuelva a ser de la izquierda".
Otras palabras se pusieron negro sobre blanco: el congreso aprobó resoluciones de apoyo a Cuba, al pueblo de Irak -"resistir no es terrorismo"-, a los inmigrantes, contra la presencia española en Afganistán, contra el premio Nobel a Obama... Y muchas otras, incluyendo una resolución que pedía cumplir el resto de resoluciones.